Homicidio con dolo eventual: el automovilista que atropelló a un repartidor podría enfrentar hasta 16 años de prisión

La causa por la muerte de Jonathan Valera Salazar cambió de carátula y se encamina a juicio oral. La querella sostiene que el acusado se representó el daño que podía causar y no hizo nada por evitarlo.
La investigación por la muerte de Jonathan Valera Salazar, el joven repartidor de 28 años atropellado el 11 de diciembre de 2024 en la ciudad de San Luis, dio un giro clave. La causa cambió de calificación legal: de un hecho inicialmente considerado imprudente, pasó a ser investigado como homicidio simple con dolo eventual, lo que eleva la expectativa de pena a hasta 16 años de prisión.
Así lo confirmó el abogado de la familia de la víctima, Ángel Martín Ávila Velázquez, quien explicó que ya se preparan para el juicio oral: “Ya no es un accidente. Mourelle se representó el daño que podía causar”.
Juicio oral antes de fin de año
Ávila Velázquez informó que la audiencia de control de acusación podría realizarse en uno o dos meses, con la posibilidad de que el juicio oral comience antes de que finalice 2025.
El acusado, Mariano Mourelle, cumple prisión domiciliaria, una medida cuestionada por la querella: “Lo venimos planteando, tanto nosotros como el fiscal, pero la jueza de Garantía considera que con la domiciliaria basta. Nosotros creemos que no es así”.
¿Accidente o dolo eventual?
Uno de los ejes del juicio será determinar si se trató de una conducta imprudente o si Mourelle actuó con conocimiento del riesgo.
“Mourelle ya sabía que no estaba en condiciones de manejar. Él mismo dijo que estaba siendo mal medicado por su obra social. Quince días antes había tenido un episodio en su trabajo”, detalló Ávila Velázquez.
El abogado también destacó que la conducción del acusado era riesgosa desde antes del impacto, según testimonios y cámaras de seguridad: “Venía zigzagueando, pasando autos, rozando retrovisores”.
El argumento médico no se sostiene
Sobre las condiciones de salud del imputado, la defensa habría planteado que padece epilepsia. Sin embargo, la querella sostiene que no hay pruebas de que haya sufrido una crisis durante el siniestro.
“Se fugó. Cuando llegó al Hospital Ramón Carrillo se le hizo un examen completo y obtuvo 10 de 10. Estaba tal vez mejor que vos y yo”, ironizó el abogado.
Críticas a la prisión domiciliaria
La familia de la víctima considera que la prisión domiciliaria no refleja la gravedad del hecho: “Durante la pandemia todos estuvimos encerrados. Pero esto no es igual. Mourelle recibe visitas, trabaja, tiene tratamiento. No es una prisión preventiva efectiva”.
Además, remarcan la falta de empatía del acusado tras el hecho:
“No intentó ayudar. Se fue. En otro caso que llevamos, el conductor estaba alcoholizado pero llamó a la ambulancia. Mourelle, no”.
“Verlo en la calle es revictimizar”
El abogado cerró con un mensaje contundente: “Más allá de la pena de prisión, hay una pena accesoria. Estas personas no deberían volver a manejar. Verlo en la calle es revictimizar a la familia constantemente”.