Policiales y Judiciales

Cae en Perú “Pequeño J”, el joven narco acusado de ordenar el triple femicidio en Florencio Varela

En un operativo internacional, la Policía de Perú detuvo este martes a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, acusado de ser el autor intelectual del brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, ocurrido en Florencio Varela en agosto pasado.

El joven, de apenas 20 años, fue arrestado a 70 kilómetros de Lima, casi en simultáneo con la captura de Matías Agustín Ozorio, señalado como su principal colaborador. Ambos estaban prófugos y eran intensamente buscados en el marco de la investigación por el crimen que sacudió al conurbano bonaerense.

Un heredero de la violencia

Valverde nació en Perú y es hijo de Janhzen Valverde Rodríguez, jefe de la banda “Los Injertos de Nuevo Jerusalén”, asesinado años atrás en medio de una guerra narco contra el grupo rival “El Gran Marqués”.

Marcado por esa herencia criminal, “Pequeño J” se forjó como referente de una organización vinculada al narcotráfico en el Gran Buenos Aires. Según investigadores, desde la adolescencia mostraba signos de obsesión con figuras como Pablo Escobar y con películas que glorifican la violencia, como Caracortada. Tras la muerte de su padre, prometió venganza en redes sociales, y esa consigna lo acompañó hasta su detención.

El crimen que estremeció a Varela

El 13 de agosto, Brenda, Morena y Lara fueron halladas asesinadas en una vivienda de Florencio Varela. Las pericias y testimonios recolectados apuntan a un ajuste de cuentas narco, motivo por el cual la causa fue caratulada como “triple femicidio narco”.

La casa donde aparecieron los cuerpos había sido alquilada por Miguel Villanueva Silva, otro de los detenidos que mantenía vínculos con “Pequeño J”.

Avance de la investigación

Con la caída de Valverde y Ozorio, ya son nueve los imputados en la causa. Además de ellos, permanecen detenidos Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19), Miguel Ángel Villanueva Silva (27), Víctor Sotacuro Lázaro (41), Ariel Giménez (29) y Florencia Ibáñez (30).

La Justicia argentina inició de inmediato los trámites de extradición de los dos últimos detenidos. Una vez en el país, deberán enfrentar cargos por su presunta responsabilidad en los hechos que conmocionaron a la sociedad.

El caso, por su crudeza y por el entramado de narcotráfico detrás, sigue sumando capítulos que dejan en evidencia la penetración del crimen organizado en el conurbano bonaerense.

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