Alimentos y medicamentos suben más que la inflación: el desafío de equilibrar precios relativos
A pesar de que el Gobierno celebra una supuesta estabilidad económica tras un feroz ajuste en el primer año de gestión de Javier Milei, los precios relativos de la economía muestran un marcado desequilibrio. Según un informe de la consultora LCG, rubros esenciales como alimentos, medicamentos y productos de cuidado personal superaron ampliamente la inflación promedio del 117,8% registrada en 2024.
El análisis, que comparó los 21 grupos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) medido por el Indec entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, reveló que estos productos esenciales no solo están por encima del promedio, sino que presentan mayores distorsiones en relación con otros sectores.
Precios atrasados y adelantados
Mientras sectores como electricidad, gas y otros combustibles tuvieron incrementos anuales del 430%, superando en 252 puntos porcentuales al IPC general, aún no lograron compensar el atraso acumulado desde 2018. En el mismo sentido, otros rubros regulados como transporte público (308%), prepagas (226%) y alquileres (200%) también registraron aumentos significativos, aunque todavía están lejos de recuperar los niveles relativos previos.
Por otro lado, sectores como medicamentos (86%), alimentos (95%), y vehículos (112%) presentaron incrementos más moderados, en algunos casos afectados por mayor competencia externa o menores márgenes.
El camino hacia el equilibrio
El informe de LCG advierte que la estructura de precios relativa actual aún no se asemeja a la de 2018, considerada como un punto de referencia más equilibrado. Para lograrlo, sería necesario que los rubros que permanecen “atrasados” eleven sus precios de forma gradual, mientras que aquellos con incrementos desproporcionados, como medicamentos y alimentos, ajusten a la baja mediante mayor competencia local o externa.
El desafío, según el análisis, no solo pasa por ajustar precios individuales, sino también por mantener un balance que no comprometa el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables. En este contexto, el Gobierno enfrenta la difícil tarea de evitar que las distorsiones actuales perpetúen la desigualdad en el acceso a bienes y servicios básicos.
El informe concluye que sin medidas efectivas para equilibrar los precios relativos, será difícil garantizar una estabilidad económica sostenible en el mediano plazo.
