Risperidona en niños con autismo: beneficios, usos y efectos secundarios
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La risperidona es un antipsicótico atípico que actúa bloqueando los receptores de dopamina y serotonina en el cerebro. En niños con trastorno del espectro autista (TEA), se utiliza principalmente para manejar síntomas como irritabilidad, agresividad, conductas autoagresivas y estereotipias.
Efectos secundarios comunes en niños con autismo:
- Aumento de peso: Es frecuente y puede estar asociado con un mayor apetito.
- Sedación o somnolencia: Muchos niños experimentan cansancio o somnolencia.
- Síntomas extrapiramidales: Incluyen temblores, rigidez muscular y otros trastornos del movimiento.
- Aumento de los niveles de prolactina: Puede llevar a cambios hormonales, como galactorrea o ginecomastia.
- Problemas gastrointestinales: Náuseas, vómitos o estreñimiento.
Es fundamental que la administración de risperidona sea supervisada por un profesional de la salud con experiencia en TEA, quien evaluará los beneficios y riesgos, ajustando la dosis según la respuesta y tolerancia del niño. Además, se recomienda un monitoreo regular para detectar y manejar posibles efectos adversos.
Aunque la risperidona puede ser eficaz para ciertos síntomas asociados al autismo, no aborda los desafíos centrales del TEA, como las dificultades en la comunicación y la interacción social. Por lo tanto, suele combinarse con intervenciones conductuales y educativas para un enfoque terapéutico integral.
Antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico, es esencial discutir todas las opciones con un especialista y considerar una evaluación completa del niño para determinar la mejor estrategia terapéutica.