La reciente decisión del gobernador Claudio Poggi de excluir a Libres del Sur de la coalición de gobierno marca un preocupante avance hacia el pensamiento único en San Luis. La expulsión del partido se produjo luego de que sus dirigentes convocaran a una marcha con la consigna «Hay que echar a Milei», una expresión de disconformidad con el gobierno nacional que, según Poggi, es «violenta y antidemocrática».
Este hecho no es aislado, sino que refleja una estrategia más amplia de alineamiento con el Ejecutivo nacional. La administración de Javier Milei ha sido señalada por su intolerancia a la oposición y su intento de deslegitimar cualquier voz disidente. En San Luis, Poggi parece seguir el mismo camino, castigando a quienes cuestionan el rumbo político y económico del país.
La decisión de apartar a Libres del Sur no solo afecta la diversidad política en la provincia, sino que también envía un mensaje claro: el gobierno provincial no tolerará críticas a Milei ni a su modelo de gestión. Esto pone en riesgo el debate democrático y la pluralidad de ideas, pilares fundamentales de cualquier sistema republicano.
Si el oficialismo sanluiseño continúa replicando las prácticas del Ejecutivo nacional, la provincia podría enfrentar un escenario de creciente censura y exclusión política. La democracia no se fortalece silenciando voces, sino permitiendo el disenso y el debate abierto.
