La tercera reunión negociadora en Belovezhskaya Puscha (Bielorrusia) entre la delegación ucraniana encabezada por el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, y la parte rusa ha acabado este lunes tarde con tan solo “algunos resultados positivos”, según el asesor del presidente Zelensky, Mijailo Podoliak. Se refería únicamente a “la logística de los corredores humanitarios” para evacuar a la población civil de Kíev, Mariúpol –en el sur– o Járkiv y Sumy, en el norte.
Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reiteraba las exigencias rusas para poner fin a la guerra: cese de hostilidades por parte del ejército ucraniano, reforma constitucional de Ucrania –y con ella, garantías de neutralidad– y dos reconocimientos, el de Crimea como territorio ruso y el de las dos repúblicas populares del Donbass. En esencia, las mismas demandas de los acuerdos de Minsk.
“Nuestras expectativas en las negociaciones han fracasado, pero esperamos ser capaces de dar pasos adelante más significativos la próxima vez; las negociaciones continuarán”, dijo el máximo negociador ruso, Vladímir Medinsky. En el mismo sentido, el asesor de Zelensky, Mijailo Podoliak dijo que las consultas “intensivas” sobre un alto el fuego y el cese de hostilidades “continuarán”. Según otro negociador ruso, Leonid Slutsky, la fecha para una cuarta ronda de consultas podrías fijarse este martes.
Al mismo tiempo que se discutía en Bielorrusia, la vicesecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, dijo en una rueda de prensa en Madrid –como parte de un viaje de una semana para visitar Turquía, España y el norte de África– que “en los próximos días será más difícil” hacer llegar armas y material a Ucrania y que “tendremos que encontrar otras vías”.
La otra parte de la crisis, la que constituyen los refugiados y desplazados de la guerra, presenta otra difícil gestión. El alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, señalaba este lunes que se espera la salida de hasta cinco millones de ucranianos del país. “Harán falta más escuelas –como refugio–, más centros de acogida, más de todo”, dijo. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, actualizó este lunes la cifra de las personas que huyen de la guerra y la situó en 1,7 millones, de las que más de un millón están en Polonia. Además, Hungría ha recibido 180.000 personas, Eslovaquia 128.000, Rumanía 79.000 y Moldavia 82.000, a los que hay que sumar unas 53.000 que han huido a Rusia.