La Opinión/La Voz del Sud
La fundación de San Luis, Argentina, tuvo lugar en dos ocasiones antes de su establecimiento definitivo como provincia. La primera fundación se remonta al año 1594, cuando el capitán Luis Jufré de Loaysa y Meneses recibió la orden de establecer una ciudad en la región. Jufré eligió el lugar donde se encuentra actualmente la ciudad de San Luis y le dio el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad de los Mataguayos.
La elección de este lugar se debió a su ubicación estratégica en la ruta comercial que conectaba las ciudades de Buenos Aires y Santiago de Chile. La ciudad se estableció como un fuerte y se construyeron casas y edificios públicos, pero debido a la falta de recursos y la hostilidad de los nativos, la ciudad fue abandonada en 1706.
La segunda fundación de San Luis tuvo lugar en 1712, cuando el gobernador de Córdoba, José de Herrera y Sotomayor, decidió reestablecer la ciudad. Se eligió un nuevo lugar para la ciudad, a unos 25 kilómetros al este del sitio original, y se le dio el nombre de San Luis en honor al rey de Francia, San Luis IX. La ciudad fue establecida como un centro administrativo y religioso para la región y se construyeron edificios importantes como la iglesia y el cabildo.
Sin embargo, la ciudad continuó teniendo problemas con los nativos y con la falta de recursos, y durante el siglo XVIII sufrió varias veces la invasión de los mapuches. La ciudad fue abandonada en varias ocasiones y se convirtió en una pequeña aldea hasta la llegada de los colonos españoles en la década de 1850.
Ambas fundaciones sufrieron problemas con los nativos y la falta de recursos, y la ciudad fue abandonada en varias ocasiones antes de su establecimiento definitivo como provincia en 1820.
Hasta aquí la versión de la Inteligencia Artificial sobre la fundación de San Luis, que difiere casi en su totalidad con la de historiadores puntanos. Es importante resaltar la importancia del chequeo de fuentes en temas históricos de esta relevancia cuando se utilizan estos lenguajes inteligentes, no hacerlo es contribuir a la gran cantidad de información falsa que de por sí circula.
En 1944, una Comisión Especial, formada por historiadores puntanos, concordó en que la ciudad de San Luis fue fundada, efectivamente, el 25 de agosto de 1594 por Luis Jufré de Loaysa y Meneses, Corregidor de Cuyo nombrado por el Gobernador y Capitán General de Chile Martín García Oñez de Loyola. También acordaron que, a falta del acta de fundación, la fecha más probable era el 25 de agosto, día de San Luis, debido a que indicios documentales demostraban que la ciudad no estaría fundada antes de dicha fecha, pero sí después del 25 de agosto.
Sobre la fecha y los protagonistas hay mucha disidencia, pero en todos los casos contradicciones respecto a la versión de la IA.
En su libro “La verdadera fundación de San Luis” (2017), el historiador Néstor Menéndez afirma que la verdadera fundación de San Luis ocurrió en 1691 y no en 1594, como acordaron sus antecesores. Para Menéndez, fundación de San Luis llevada adelante por Luis Jufré en 1594 no prosperó porque fue fraguada con la intención de repartir indios en encomienda y mercedes de tierras entre sus compañeros y partidarios. Para el autor, la fundación ocurrió en 1691, y fue dirigida por el gobernador de Chile, Tomás Marín de Poveda.
Guillermo Genini, en cambio, sostiene que la fundación ocurrió en 1594 por parte de Luis Jufré, y que se llamó oficialmente San Luis de Loyola Nueva Medina de Rioseco pero que en realidad se la conoció como San Luis de la Punta porque se realizó en el sitio que ya era conocido con anterioridad como la Punta de los Venados, si bien esta fundación no había prosperado materialmente sí tuvo una existencia formal o jurídica. Genini afirma que San Luis era una “ciudad de papel”, fue Marín Poveda, en 1691, quien estableció definitivamente la ciudad. Sin embargo, también recalca otro hecho importante en 1820. Fue ese año cuando San Luis “dejó de ser una ciudad con jurisdicción que dependía de otras autoridades. Cuando San Luis, como Estado, “decidió por sí mismo qué hacer con sus recursos y autoridades, es decir, se autogobernó hasta que se incorporó como provincia dentro del Estado argentino”.
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