Dos facciones de la barra de Racing se pelearon este domingo en los alrededores del Cilindro de Avellaneda, en la previa del encuentro contra Newell's por la fecha 12 de la Copa de la Liga. Según afirmaron los testigos del hecho, el cruce estuvo atravesado por piñas, golpes y corridas entre los participantes.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntó este domingo contra la falta de "creatividad" del director ejecutivo del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, en relación a las cinco portadas que salieron publicadas esta semana que la mencionan y recordó unas declaraciones del empresario en la residencia presidencial de Olivos cuando decía que "lo único que 'miraba'" antes de que saliera el diario de la imprenta "era la tapa".
"Quiero compartir este video que vi hoy en redes. La verdad que esta semana Héctor no estuvo muy creativo en Clarín. Aclaro que fue Magnetto el que nos contó en Olivos que lo único que "miraba" antes de que se imprima el diario, era la tapa. ¿Pasarán el videito por TN?" , escribió Cristina Fernández de Kirchner en su cuenta personal de Twitter, donde también puso un video que repasa cinco de las portadas de esta semana del diario Clarín.
El video muestra las tapas del lunes, martes, jueves, viernes y domingo, resaltando en amarillo el nombre "Cristina", y al final subraya: "5 tapas en 7 días. Se nota mucho, muchachos".
A continuación, la Vicepresidenta recomendó "leer esta excelente nota de El Cohete a la Luna, que brinda argumentos con datos, estadísticas y sin adjetivaciones ni slogans: o sea con la responsabilidad con la que todos y todas tenemos que encarar los problemas de nuestro país".
En 2019 una mujer en Salta, en el norte de Argentina, tuvo un bebé junto con su pareja, con quien convivía desde hacía un año.
Unos meses más tarde, sin contarle a su novio, ella contactó a una expareja para decirle que creía que el niño era suyo. Una prueba de ADN confirmó que este hombre era el verdadero padre biológico.
Poco tiempo después de esta revelación, la mujer falleció y el hombre se presentó ante los tribunales para pedir que se lo reconociera como el verdadero padre del niño.
Pero lo que podía haber terminado como una experiencia dramática se ha convertido en una historia que ha conmovido a muchos en Argentina.
"Fue una muestra de lo que es el amor en serio", le contó a BBC Mundo la jueza que presidió el caso, Ana María Carriquiry, titular del Juzgado de Familia N2 de Orán, Salta.
En un inusual fallo, Carriquiry autorizó que ambos hombres -tanto el padre biológico como el de crianza- tengan la paternidad del menor, quien hoy tiene 3 años.
Así, el pequeño P. -como se lo identifica en la causa- tendrá la particularidad de figurar como hijo de una madre y dos padres.
La magistrada también decidió explicar su decisión al menor a través de una carta que este podrá leer cuando sea mayor.
El mensaje, que fue reproducido y aplaudido ampliamente en redes sociales y medios argentinos, utiliza un idioma sencillo e incluye una cita de unas de las sagas más queridas de la literatura infantil: Harry Potter.
La jueza Carriquiry contó que cuando recibió el caso -que se viralizó ahora, pero en realidad data de agosto de 2021- las cosas no eran tan armoniosas como resultarían luego.
"Cuando el padre biológico inició la demanda llegó con los tapones de punta", recordó, sobre el pedido inicial del hombre de que se anulara el reconocimiento paterno de quien hasta ese momento había criado al pequeño como propio y se lo diera a él.
La jueza también contó lo mal que estaba el llamado "padre socioafectivo" del niño cuando una prueba de ADN ordenada por la corte confirmó que efectivamente no era el padre biológico de P.
"Imagínese el estado de desesperación que tenía ese hombre. Yo creí que a la segunda audiencia ya no vendría", confesó la magistrada, quien se conmovió ante la actitud que tuvo este hombre, que acababa de perder a su pareja y al mismo tiempo se enteró de que su hijo no era biológicamente suyo.
Lejos de enojarse y de adoptar una postura combativa, el hombre la sorprendió con su respuesta a la demanda.
"Pidió seguir siendo el papá, incluso junto con el otro padre, y dijo que no le importaba que el apellido de él fuera el segundo, el tercero o el cuarto del chico".
"Habló con una firmeza, con un amor, con una renuncia... este hombre dio clases de amor y de lo que es ser padre", se emocionó la magistrada.
Carriquiry respaldó su pedido, habilitando la posibilidad de que el niño tuviera una triple filiación, algo que no está reconocido en el Código Civil argentino, aunque sí existen algunos pocos precedentes, tanto en Argentina como en el exterior.
Lo único que faltaba era que el padre biológico -a quien la ley argentina considera el único con derecho legal a la filiación- estuviera de acuerdo.
El cambio de postura del hombre llegó cuando la jueza decidió convocar a la audiencia al pequeño, aunque entonces solo tenía 2 años.
"Cuando hice pasar al niño se abrazó fuerte de su único padre para él, su padre socioafectivo. Y ahí quedó todo el mundo en silencio", relató.
"Aunque no hablaba, se expresó. Sin decir nada habló y fuerte. Con su lenguaje corporal no dejó duda de que sacarlo de allí era provocarle un verdadero daño, porque ya daño había sufrido con la pérdida reciente de su madre.
"Cuando el padre biológico vio eso, él mismo dijo: 'Yo para mi hijo quiero lo que más lo beneficie, lo que sea mejor para él'.
"Fue muy loable ver a estos dos hombres guardar el orgullo en su bolsillo, por ese pequeño. Fue una muestra de lo que es el amor en serio".
Los dos padres acordaron que el menor seguirá viviendo con su padre de crianza, y se irá vinculando progresivamente con su padre biológico, quien también ayudará a mantener económicamente al pequeño.
"Tenemos que empezar a abrir caminos, porque para mí lo socioafectivo marca en la vida de las personas y en el derecho. No puede ser que sigamos con un derecho de sangre", consideró Carriquiry defendiendo su decisión, que declara inconstitucional el artículo del Código Civil que limita a dos las filiaciones.
En su fallo la jueza dictaminó que los hombres tienen la obligación de contarle al pequeño la verdad sobre su historia, cuando "tenga la madurez suficiente".
Y, saliéndose del protocolo legal, la magistrada también decidió adjuntar a su sentencia un anexo con una carta que escribió para P. para que lea cuando sea más grande.
"Te escribo porque tenés derecho a que te cuente lo que decidí y por qué lo hice", le explica al menor.
"A los jueces nos toca tomar decisiones difíciles, pero tu caso fue muy simple, porque lo que sobraba era el cariño de tus papás hacia vos", le cuenta.
También se refiere a la madre fallecida del menor, con una cita salida del famoso cuento de J.K. Rowling: "Sobre tu mamá, que lamentablemente, ya no está entre nosotros, quiero dejarte la frase que le dijo Albus Dumbledore al pequeño Harry Potter.
"Un amor tan poderoso como el que tu madre tuvo por ti es algo que deja marcas. No una cicatriz, ni algún otro signo visible... el haber sido amado tan profundamente, aunque esa persona que nos amó no esté, brinda una protección que dura para siempre.
"Además de tu mamá, tenés dos papás. ¿Cómo puede ser posible esto? También por amor. Los dos te aman por igual y son tus papás", prosiguió en otro párrafo.
"A veces hay que decidir entre el papá biológico o el papá socioafectivo. En este caso, nada tuve que decidir, porque ellos estaban seguros de la importancia que el otro tenía en tu vida.
"Por eso, lo único que hice, P., fue reconocer el derecho que tenés a tener dos papás que te críen, te cuiden. Porque, en definitiva, lo único que interesa: es multiplicar amor", concluyó.
"Espero que seas muy feliz y estés siempre orgulloso de tu mamá y de los papás que la vida te dio".
En Argentina comenzó esta semana un juicio sin precedentes en ese país. Lo encabeza una jueza federal, hay fiscales, pruebas y testigos. Pero no hay acusados, porque todos han muerto.
Se trata del primer "juicio por la verdad", un proceso penal que juzgará una de las mayores matanzas cometidas contra pueblos originarios en este país sudamericano: la llamada Masacre de Napalpí, ocurrida hace casi un siglo.
El juicio, instigado por la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Resistencia, capital de la provincia de Chaco, en el noreste argentino, busca determinar los hechos detrás de la matanza de más de 400 indígenas moqoit (o mocoví) y qom en ese territorio a manos de agentes estatales, en 1924.
La jueza federal de Resistencia Zunilda Niremperger ordenó que se realizara el inusual proceso tras determinar que "los hechos objeto de investigación exhiben características que permiten su inclusión dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad, cuya imprescriptibilidad posibilita que a pesar del tiempo transcurrido se pueda investigar".
"La búsqueda efectiva de la verdad resulta relevante no solo en términos de memoria colectiva, sino que puede operar favorablemente en el terreno de la reparación histórica y simbólica hacia las comunidades que habrían sido damnificadas directamente con tales hechos", argumentó la magistrada.
El Ministerio Público Fiscal de Argentina indicó que será "un procedimiento encaminado a la averiguación de la verdad, similar a los tramitados durante la década del '90 en diferentes jurisdicciones para investigar los crímenes de la última dictadura cuando estaban vigentes los efectos de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida" que impedían juzgar a los represores.
El "juicio por la verdad" comenzó en la Casa de las Culturas de Resistencia el 19 de abril, fecha en la que se conmemoró el Día del Aborigen Americano en este país.
El proceso incluye audiencias en el interior de la provincia, donde actualmente viven descendientes de las víctimas de la masacre, y en la ciudad de Buenos Aires, en el Centro Cultural de la Memoria, ubicado en la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), el más conocido centro clandestino de detención durante el último régimen militar.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación destacó que se trata del "primer juicio de la historia argentina que investigará una masacre contra pueblos indígenas".
Los registros históricos y la investigación de la Fiscalía permitieron reconstruir los hechos ocurridos el 19 de julio de 1924, cuando cientos de hombres, mujeres, niños y ancianos de las comunidades indígenas moqoit y qom fueron asesinados por policías, gendarmes y terratenientes de la zona.
Todo ocurrió en la llamada Reducción Aborigen de Napalpí -hoy llamada Colonia Aborigen-, a unos 150km de Resistencia. Las reducciones eran sitios creados por el Estado para concentrar a las poblaciones indígenas y poder explotarlas como mano de obra barata.
Las familias que vivían en Napalpí subsistían recolectando algodón, en condiciones casi esclavas.
Cuando un grupo de trabajadores decidió declararse en huelga para reclamar una justa retribución o la posibilidad de salir del territorio para trabajar en otros ingenios, el gobernador chaqueño, Fernando Centeno, envió a las fuerzas de seguridad a reprimirlos.
Unos 130 hombres rodearon la reducción y masacraron a sus pobladores, que estaban desarmados.
De acuerdo con los relevamientos de diferentes historiadores recabados por la fiscalía, durante 45 minutos los agentes descargaron más de 5.000 balas de fusil sobre la población de Napalpí.
En el operativo también se utilizó un avión que, según el testimonio de algunos de los descendientes de la comunidad, lanzó alimentos para atraer a quienes estaban en el monte y poder masacrarlos.
Una foto de ese avión tomada por el etnólogo alemán Roberto Lehmann-Nitsche, un experto en las comunidades indígenas argentinas, forma parte del expediente del caso.
Muchas de las víctimas fueron enterradas en fosas comunes luego de ser mutiladas para obtener "trofeos", como testículos, pechos y orejas.
Pero la matanza no terminó allí. Los sobrevivientes fueron perseguidos y "cazados" en los montes y los heridos fueron asesinados a machetazos.
En total se estima que más de 400 personas murieron ese día.
Y unos 40 niños que habían logrado escapar fueron entregados como sirvientes en las localidades cercanas o murieron en el camino.
Ana Noriega, de la Fundación Napalpí, dijo a BBC Mundo que entre el 70% y el 80% de la población de la Reducción Napalpí fue masacrada.
Quienes lograron sobrevivir debieron esconderse de las autoridades que buscaban eliminar todo indicio de lo que habían hecho, para poder negar lo ocurrido.
Según la versión oficial, lo que ocurrió fue un enfrentamiento entre aborígenes que debió ser sofocado por la policía, relato que reflejó la prensa de la época.
Sin embargo, las historias que los sobrevivientes contaron a sus descendientes sobre ese día resultarían clave para que hoy, 98 años más tarde, se esté juzgando ese etnocidio.
Fue el historiador qom Juan Chico quien, a partir de los relatos de su abuela, Saturnina, empezó a investigar los hechos y recolectó testimonios y evidencias que eventualmente publicaría en su libro "La voz de la sangre ", que permitió empezar a romper el silencio histórico sobre lo ocurrido, a comienzos de este siglo.
El testimonio grabado de Chico, quien falleció en 2021 a los 42 años a causa del covid, se escuchó en la apertura de las audiencias el 19 de abril.
También se oyó el registro audiovisual de dos de los últimos sobrevivientes de la masacre, los centenarios Pedro Balquinta y Rosa Grilo, quienes declararon antes los fiscales en 2014 y 2018, respectivamente.
"Es muy triste para mí porque mataron a mi papá y casi no me quiero acordar, me hace doler el corazón", dijo al comenzar su declaración Grilo, la última víctima que brindó su testimonio.
En una próxima audiencia que se realizará el 3 de mayo en la Casa de las Culturas de Machagai, municipio en el que está ubicado la localidad de Napalpí, declararán los descendientes de los sobrevivientes de la masacre.
Noriega, de la Fundación Napalpí -fundada por Chico-, resaltó que "es la primera vez que la memoria oral de los pueblos, lo que se transmite de generación en generación, va a tener la misma validez que la palabra de los académicos y expertos. Eso es muy importante".
"Este juicio va a empoderar a las personas, avalar su historia, lo que ellos han escuchado muchas veces, pero siempre fue desmentido por los medios de comunicación y el Estado del momento".
Por su parte, la jueza Niremperger señaló en la apertura del juicio que el mismo no solo busca "calmar las heridas" y "reparar" el daño del pasado.
También es un mensaje para las generaciones presentes y futuras.
"Tiene una finalidad que es activar la memoria y generar conciencia colectiva de que las graves violaciones a derechos humanos no deben volver a repetirse".
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