Domingo, 13 Octubre 2024

A la hoguera el medioevo

Publicado el Martes, 19 Junio 2018 16:36 Escrito por Por Abril García Mur* - Foto Lucía Barrera Oro - Agencia Paco Urondo

Breves y desordenados pensamientos de una lucha irreversible, por Abril García Mur, tras la media sanción que recibió la legalización del aborto. “Bienvenides a una revolución que no es si no se revoluciona, que no es si no modificamos estructuras y matrices, que no es si no es Feminista”.

No podíamos ver nada, la pantalla quedaba lejos, la radio no sintonizaba, el 4g no cargaba, y la señal era tan obvia que era muy poca. Lo dije: “así no nos vamos a enterar si sale”. Me contestaron: “quedate tranquila que nos vamos a dar cuenta”. Y así fue. Lo más literal de una ola: desde el más allá arrasando a todo lo que tiene por delante. Así se escuchó el grito colectivo, así se sintió que ganamos. Votación que no vimos, ni escuchamos, ni constatamos nunca, sino que entendimos – como me habían dicho- por esa ola que nos abrazó y nos entró en todo el cuerpo. Que estalló en lágrimas, con risas a carcajadas, y más gritos, y más abrazos, y más agite. Un grito colectivo que atravesó cada parte de nuestro cuerpo, de nuestra historia, de nuestro dolor, de nuestro orgullo, de nuestra emoción, de nuestra fuerza, de nuestra cada vez más cerca libertad.

1. El Papa es argentino. 2. El gobierno actual es neoliberal y representante del conservadurismo (Porque aunque el oligarca y el ceo se vista de progre oligarca y ceo queda) 3. En casi tres años de macrismo, el movimiento popular con enormes movilizaciones no logró quebrar el plano legislativo y sus mayorías para la aprobación de retroceso de derechos. 4.Necesitábamos dar vuelta 3 votos de La Pampa, patria sojera. 5.Empezó el mundial.

El jueves le arrancamos al macrismo, al vaticano, a la soja, al mundial, al opus, a la oligarquía media sanción para el proyecto de legalización del aborto. Contra todo pronóstico (bajo cero), le ganamos al poder político-eclesiástico patriarcal, con todas las pibas adentro.

Las pibas nos condujimos a todas y a todos. Dijimos poder popular para hacer caer al patriarcado y feminismo para vencer, posta. Confirmamos que toda latinoamérica va a ser feminista. Demostramos que se gana en la calle y que el oportunismo político se quiebra y desconcierta cuando la marea lo ahoga. Dejamos más que claro que a nosotres no nos inventaron la agenda, la inventó el feminismo hace siglos. Nos dijimos que si queremos vivir, a los géneros vamos a abolir; que si queremos abortar al estado patriarcal le vamos a arrancar el aborto legal; que si queremos romper la brecha salarial vamos a ganar lo mismo porque el aporte es igual; y hasta que si queremos hacer un paro general se lo vamos a imponer al machismo sindical.

Deseo y decisión. ¿Por qué nos movilizamos hoy? El aborto legal significa no más muertes por aborto clandestino. No más Iglesia en nuestra moral. No más castigo por decidir. Pero también más deseo, más autonomía, más libertad. Des-considerarnos solo como madres significa más soberanía sobre nuestros cuerpos. Más soberanía sobre nuestros cuerpos significa reconocernos como sujetas de derechos. Reconocernos como sujetas de derechos significa que estamos en lucha por la libertad. Luchar por la libertad significa enfrentar al sistema opresor. Enfrentar el sistema opresor se convierte en Revolución.

“Fue el gol a los ingleses con la mano” y “vamos a ser nosotras las que recuperemos las malvinas” me dijó y me enamoró. Yegua puta y montonera. Nacional, popular, revolucionaria y sobretodo: Feminista (con mayúscula).

Unidad de las compañeras y quien no la banca que se joda. Compañeras digo mujeres. Compañeras digo compañeres. Compañeras digo diverses. Compañeras digo amigas. Compañera  le digo a mi vieja, a mi hermana. Compañeras digo todas, todos, todes.

Somos las nietas de todas las brujas que nunca puedieron quemar. Fue como un conjuro sobre la tierra, un conjuro en silencio (o no), todos los días en todos lados. Nos veíamos en el subte con el pañuelo, nos sonreíamos o saludábamos y sabíamos que nosotras también eramos parte. Nos veíamos por la calle con el pañuelo, nos reíamos, y sabíamos que los vamos a hacer caer. Nos abrazamos entre todas, por todas, para todas. Sin conocernos supimos, sabemos y sabremos.

Revolucionar la revolución. Transformar todo da miedo. Quebrar lo existente asusta. Cuestionarnos puede volvernos un poco conservadorxs. Haber olvidado nos da culpa. Haber relegado nos contradice. Bienvenides a una revolución que no es si no se revoluciona, que no es si no modificamos estructuras y matrices, que no es si no es Feminista.

* Estudiante de Ciencias Políticas de la UnSam, Militante feminista y territorial de Futura.

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