La crisis en Perú nos lleva a preguntarnos si lo que sucede en los países latinoamericanos es un espejo en el cual debemos mirar el proceso político argentino o debemos simplemente comentar los hechos?
Uno de los impactos de la pandemia de Covid-19 que vivió toda la humanidad, es fácil imaginar que en todos los lugares del mundo se vivió la misma realidad: aislamiento, restricciones, problemas económicos, muerte y miedo. Mucho miedo. Las discusiones entre los intelectuales era si el mundo o el ser humano estaba ante su renacimiento, como un individuo mejor o peor. Nosotros no tenemos el suficiente ego como para dictaminar esta cuestión, pero nos animamos si, a arrojar una simple certeza: hemos salido de ese triste proceso, me parece, al menos, distintos.
Y es precisamente en esa reconfiguración de la manera de ver el futuro comunitario, que las sociedades, en todo el globo terráqueo están viviendo transformaciones que no vemos aún con que destino. En el caso de Perú , la sociedad continúa en un círculo vicioso de un sistema político muy fragmentado, con la presencia de varios partidos y agrupaciones políticas que no logran conformar un polo sólido de poder, que permita erigirse como garante de la democracia. El recientemente detenido ex presidente Pedro Castillo solo pudo gobernar un año y medio. Es que en ese periodo y habiendo alcanzado la presidencia con apenas el 20% del apoyo popular, realizó 70 cambios de Ministros y solo fué poco a poco decreciendo en su poder. Al frente, una oposición implacable que solo se dedicó a atentar contra el presidente democrático.
El sistema peruano favorece esta situación, ya que se trata de un híbrido entre nuestro sistema presidencialista y por ejemplo, el sistema parlamentario inglés. De esta manera el presidente se vé fuertemente condicionado por el congreso, que en el caso de Perú, avanzó dos veces con el intento de destitución, a la tercera , Castillo disolvió el congreso. De esta manera firmó su caída. Asumió la presidencia Dina Boluarte, quién pretendió quedarse en la presidencia hasta 2026, pero hechos de violencia sucedidos el fin de semana , hicieron que se avance en establecer una fecha para las elecciones. Estaremos al tanto de lo que suceda.
A continuación detallamos dos hechos sucedidos en nuestra ciudad en los últimos días, los que nos ponen a reflexionar acerca de como funcionan los entes de prevención de la violencia, tanto de índole privado, como lo que se refiere a la convivencia ciudadana...
Victima de violencia de género protagoniza este hecho; Carolina del Valle Olariaga, según dijo, se hartó de la violencia de género a la que su propio padre la sometía. Y hace seis días, superada por los malos tratos que debía soportar por parte de su progenitor, tomó un cuchillo luego de una discusión, como los que usan los carniceros para trozar la carne, y lo atacó mientras el hombre tomaba una ducha. Desde entonces, ella está detenida en una comisaría de Villa Mercedes. Su padre, por otro lado, no logra superar la terapia intensiva, y el pronóstico que han dado los médicos del Policlínico Regional sobre su evolución no es nada alentador. Está muy grave.
De acuerdo al último parte médico dado a conocer, la víctima de 60 años sufrió dos lesiones punzo cortantes: una en el abdomen y otra en la espalda. El paciente presenta un "neumotórax derecho, una evisceración en la zona abdominal, la perforación del intestino delgado, un hemoperitoneo, es decir, la presencia libre de sangre en la cavidad peritoneal", detallaron los profesionales. La gravedad de las heridas, que generaron una abundante pérdida de sangre, demandaron que Olariaga fuera intervenido quirúrgicamente apenas fue ingresado al Hospital "Juan Domingo Perón". Desde entonces, permanece en la sala de terapia intensiva.
Comisario recibe agresión en la vía pública; ya que según trascendió, la agresión ocurrió durante la tarde noche cuando el comisario se habría dirigido a comprar a un comercio del barrio y fue advertido sobre un grupo de adolescentes que agredían a otros chicos. Sin su arma reglamentaria, la víctima trató de intervenir y fue amenazado, primero, con un arma blanca.
Los agresores, que eran tres y, según los vecinos, serían miembros de una misma familia, se trenzaron en lucha con el policía hasta que uno de ellos accionó un arma tumbera y le provocó lesiones de perdigones en la espalda, la nuca y parte de la cabeza. Otro vecino, de nombre Víctor, trató de intervenir y también sufrió lesiones mínimas en el cuello y una pierna.Ante la falta de información, no queda claro si Bonafede fue asistido por una ambulancia en el mismo barrio o si se trasladó por sus propios medios hasta el Policlínico Regional, donde determinaron que las lesiones no habían comprometido ningún órgano.
Como vemos, la violencia afecta tanto en el ámbito privado, como en lo público. Una discusión vigente.
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