Hasta el 21 de mayo de este año, se notificaron 40.394 casos de bronquiolitis, con una tasa de incidencia acumulada de 2768,7 casos cada 100.000 habitantes.

Este incremento se observa principalmente en las regiones Centro, NOA y algunas provincias de la región Cuyo. Los datos muestran un aumento progresivo de los casos desde la semana 11 (19 de marzo), que se ha acelerado en las últimas semanas.

Esta situación ha generado una alta demanda en las salas de espera de diversos hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, especialmente en aquellos especializados en salud infantil. Además, la ocupación de camas pediátricas ha superado el 70% en algunos lugares.

El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, ha señalado la gravedad de la situación, destacando que el pico de casos de bronquiolitis llega con numerosos casos y varias semanas de anticipación.

Según Kreplak, esto también ha ocurrido en el hemisferio norte durante la última temporada y ahora se está observando en Argentina. Además, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires ha mencionado que no se puede atribuir una causa concreta para el aumento de casos de bronquiolitis en los niños en este momento.

Se esperaba que el pico ocurriera a principios de junio, pero las temperaturas elevadas para esta época del año han adelantado el aumento. Se sospecha que este aumento prematuro puede deberse a los aislamientos de años anteriores por COVID-19, cuando no hubo circulación de casos de bronquiolitis.

Es importante destacar que la bronquiolitis es una enfermedad respiratoria común en los niños pequeños, especialmente en aquellos menores de dos años. Los síntomas incluyen congestión nasal, tos, dificultad para respirar y fiebre. En casos más graves, puede requerirse hospitalización y atención médica especializada.