El Estadio 974, que originalmente iba a llamarse Ras Abu Aboud por la zona donde está construido, será el primero en demontarse cuando termine la Copa del Mundo, el 18 de diciembre en Lusail.
Le debe su nombre a una curiosa particularidad: fue levantado con 974 contenedores portuarios de distintos colores, número que coincide con el prefijo telefónico internacional de Qatar.
Argentina disputará allí su tercer y último partido del Grupo C ante Polonia, el miércoles 30 de noviembre desde las 16:00.
También se jugarán otros cinco partidos de la primera fase: México-Polonia (martes 22, 13:00); Portugal-Ghana (jueves 24, 13:00); Francia-Dinamarca (sábado 26, 13:00); Brasil-Suiza (lunes 28, 13:00) y Serbia-Suiza (viernes 2, 16:00). El último encuentro antes de su desarmado será un cruce de octavos (1G-2H, lunes 5, 16:00).
El Estadio 974 contará con una capacidad para 40.000 espectadores y estará ubicado en la zona del puerto de Doha, unos 10 kilómetros al este del centro.
Para esta sede, el diseño del estudio de arquitectura español Fenwick Iribarren trabajó sobre la idea de rendir homenaje a la tradición de comercio y navegación mundial de Qatar a través del Golfo Pérsico.
No tiene refrigeración ya su ubicación en la zona costera garantiza una ventilación natural.
Los contenedores utilizados son flexibles lo que permite que se puedan desmontar y armar en otro lugar con el mismo aforo o más chico. La estructura de acero también puede reciclarse y reutilizarse después del desmontaje.
Cuando se haya trasladado todo el esqueleto, sólo quedará en ese lugar un lago artificial con forma de cancha de fútbol para recordar que allí se disputó el Mundial.