En un comunicado, la cartera que conduce Carla Vizzotti precisó que hay en la actualidad 487 casos de infección invasiva por Streptococcus pyogenes en todo el país, 78 de los cuales fueron pacientes que fallecieron.
"Primero se vieron casos graves en ciertos países como Francia o Gran Bretaña, por lo cual nosotros hicimos una alerta para que la notificación en Argentina se convirtiera en obligatoria en diciembre de 2022. Con la obligatoriedad se empezó para hacer un seguimiento para ver si había clones como los que circulan en Europa, que tenían mayor gravedad, que eran responsables de casos más virulentos", explicó a Télam Juan Manuel Castelli, subsecretario de Estrategias Sanitarias de la Nación.
Luego de una alerta emitida y la ocurrencia de casos en Uruguay y distintas jurisdicciones de Argentina, se diseñó un protocolo de vigilancia intensificada para contribuir a comprender las razones del cambio en el patrón epidemiológico de ocurrencia del evento.
De los 487 casos de infección invasiva por Streptococcus pyogenes en todo el país, casi la mitad de los ellos tenían menos de 16 años (241 casos, que equivalen al 49,5%), mientras que el 38,5% los casos fatales correspondieron a menores de 16 años, habiéndose distribuido el resto de los casos en todos los grupos de edad.
"La detección en nuestro país de la circulación de clones hipervirulentos de esta bacteria es una alerta, hay que estar atentos y mantener la vigilancia. No entrar en pánico, ya que la mayoría de las infecciones ocasionadas por esta bacteria son leves y fáciles de tratar, como las faringiamigdalitis, celulitis, impétigos y escarlatina. Sólo ocasionalmente la enfermedad puede tomar un carácter invasivo, que puede ser potencialmente mortal", dijo a Télam la infectóloga Leda Guzzi.
"Se reportan más casos en jóvenes porque está bacteria tiene un mayor número de receptores celulares entre los 2 años y los 18 años, con variabilidad individual, pero eso lleva a que sea la población más afectada, aunque no es excluyente", aclaró y comentó que "se contagia persona a persona, a través de gotitas que emitimos al hablar toser o estornudar, también por el contacto directo con lesiones".
La sensibilización del equipo de salud a partir de la emisión oportuna de la alerta permitió durante 2023 la detección y registro de casos al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud.
A partir de estos hallazgos, se está realizando un trabajo conjunto entre el Laboratorio Nacional de Referencia, la Dirección de Epidemiología y las jurisdicciones para implementar una vigilancia complementaria de enfermedad no invasiva por S. pyogenes con el objetivo de analizar la posible relación entre los clones emergentes y el aumento de casos en el presente año, informó el Ministerio.
"La detección de clones hipervirulentos por primera vez en la Argentina, que ya han sido registrados en otros países, podría explicar en parte una mayor incidencia y mortalidad, pero para eso es necesario producir aún más evidencia, en lo cual están trabajando los equipos nacionales y provinciales", aclaró la cartera sanitaria en un comunicado.
El Streptococcus del grupo A comúnmente origina distintas infecciones cutáneas como impétigo, celulitis, y escarlatina, mientras que la faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos.
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta, fiebre, cefaleas, dolor abdominal, náuseas y vómitos, enrojecimiento de faringe y amígdalas, mal aliento, ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
En lo referido a la escarlatina, los síntomas más frecuentes son garganta roja y adolorida; fiebre (38.3 °C o más); erupción color rojo con textura de papel de lija; piel de color rojo intenso en los pliegues de axila, codo e ingle; recubrimiento blancuzco sobre la lengua o el fondo de la garganta; lengua "aframbuesada"; dolor de cabeza; náuseas o vómitos; inflamación de los ganglios; dolores en el cuerpo.
"La recomendación es que ante la aparición de síntomas no se automediquen, que vayan al médico, que el diagnóstico es rápido y que después cumplan con las indicaciones de tratamiento", aseguró Castelli.
"Estás infecciones, incluso los clones mutantes, son sensibles a la penicilina y derivados, por lo que no hay ningún problema con los antibióticos. Lo que no tiene que suceder es la automedicación o la administración incompleta de tratamientos porque eso favorece la emergencia de resistencia antibiótica", recomendó Guzzi y llamó a "simplemente estar atentos y hacer la consulta precoz".