La movilización popular de recoleta, en apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner continúa produciendo efectos en todos los sectores políticos.

En la oposición nacional se buscó minimizar la interna feroz entre Larreta y  Bulrich, interna que se trasladó a los medios, colocando al Jefe de la Ciudad en aprietos, ya que es el que tiene la responsabilidad de la gestión.

En cambio, la dirigente no detenta en estos momentos cargos jerárquicos que la  condicionan en su accionar. El resto de los dirigentes del sector, parecen confundidos ante una dirigente que no para de sortear conflictos, persecuciones y embates desde todos los sectores de poder. Esto se vió claramente en la foto junto a Larreta. Parecía el último afiche de temporada de “The Walking dead”. El almuerzo que se llevó a cabo solo fue resumido en un escueto “ ya está todo solucionado” que sonó más a cuento que a declaración política.

Lopez Murphy se levantó temprano el domingo y fue muy campante a Radio Rivadavia. Junto al Dr. Nelson Castro se lanzó como candidato a presidente alegando la necesidad de restablecer el “orden social”. Parece que el bigote le volvió a crecer al fugaz ex-ministro de Educación de la Alianza.

Precisamente el día de hoy, Cristina en una reunión privada luego difundida con legisladores nacionales, apuntó contra Patricia Bullrich: “Casualmente un grupo que tenía nombre de una comida, el sushi. ¿Se acuerdan? Yo por lo menos me acuerdo porque lo integraban los hijos del Presidente, una ministra que ahora es la Presidenta del PRO. Se acuerdan. Bueno, fue el que lo impulsó a firmar ese decreto de necesidad y urgencia a De la Rúa para que diera muestra de autoridad y no quedara como un pusilánime”. Esto indudablemente continúa incomodando a la oposición. Incluso circula un video en redes de Bulrich arengando a no dejarse robar la calle por el “Kirchnerismo”.

Con el apoyo mediático de los canales opositores haciendo malabares para explicar el apoyo popular, la imagen de toda la oposición vuelve a ahogarse en sus burdas operetas que pueden contar con el protagonismo de una monja española o una periodista argentina que vive en Miami. Demasiado para cualquiera.

Volviendo a Larreta, producto de la presión interna tuvo el Martes 30 por la noche una visita poco feliz al programa de Luis  Majul en La Nación+. Se lo vió un poco desencajado, hablándole a la cámara intentando demostrar poder y ejecutividad. De golpe se ve a un dirigente arrinconado no solo por el periodismo macrista sino por el sector más duro de Juntos por el Cambio. Precisamente el sector más duro y el que no tiene responsabilidad de gestión.

Poco a poco se empieza a clarificar quienes tienen el respaldo político necesario en vistas del año electoral que se avecina. El oficialismo parece encolumnado. La oposición por el contrario, carece de un liderazgo claro y en su búsqueda, puede llegar a encontrar su talón de Aquiles.