Clama a viva voz que venga su reino y se haga su voluntad en la tierra como en el cielo, pide al Dios de Abraham, Isaac y Jacob que te dé el pan de cada día y que no te deje caer en tentación. Clama a Él y Él te responderá, llámalo y te abrirá, búscale y lo hallarás, Él es fiel y justo, y no dejará que tu pie resbale, cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa y te librará de todo mal. Para ÉL sea la gloria, la honra y el honor. ¡Así sea!