Royón explicó que las facturas de energía eléctrica no aumentarán un 20% en paralelo a la devaluación, sino que el aumento se ajustará en un porcentaje menor correspondiente al impacto en la generación. Este aumento será cargado completamente a las facturas de los usuarios que ya no reciben subsidios desde el 1° de mayo, y solo afectará a los sectores de ingresos más altos. Además, la ayuda estatal se mantendrá para los sectores medios y bajos, aunque el porcentaje que se trasladará a las facturas aún debe definirse.

En relación al acuerdo de congelamiento de precios de los combustibles, Royón explicó que el aumento en los precios de las naftas se debió a que la cadena de combustibles está fuertemente vinculada al valor del dólar, ya que los contratos con las petroleras están en dólares. El aumento del dólar del 22% se tradujo en un aumento del 12,5% en los precios de los combustibles.

Royón también destacó que, aunque los precios de los combustibles están atrasados en comparación con sus valores históricos, actualmente el objetivo es la estabilización económica y por eso se están realizando estos acuerdos de precios. Una vez que se logre la estabilización, se considerará gradualmente el reajuste de otros precios relativos de la economía.

En resumen, se prevé una actualización en las tarifas de electricidad debido al impacto de la devaluación en los costos de generación de energía, y se mantendrán los esfuerzos para equilibrar los precios y la estabilidad económica en otros sectores.