Fusarium sp. es un patógeno que puede causar podredumbre en las espigas de maíz y producir micotoxinas que afectan la calidad del grano y pueden ser peligrosas para la salud humana y animal.

Los investigadores realizaron un mapeo de diferentes lugares de la provincia donde se cultiva maíz y aislaron el hongo para su estudio. Descubrieron que la presencia de Fusarium sp. estaba relacionada con la fertilización nitrogenada. En aquellos lugares donde se fertilizaba más, la planta estaba más sana y la presencia del patógeno era menor. Por otro lado, en lugares con poca o ninguna fertilización, el hongo estaba presente en mayor porcentaje.

El nitrógeno es un macronutriente esencial para el maíz, y su deficiencia puede afectar el crecimiento y la salud de las plantas. Por lo tanto, la fertilización nitrogenada se considera un método directo para combatir la presencia de Fusarium sp. en el cultivo de maíz.

Los resultados del estudio indicaron que incluso en semillas de maíz que no mostraban síntomas visibles de podredumbre, había una alta presencia del hongo. Esto sugiere un riesgo significativo de contaminación con micotoxinas tanto en el grano como en sus productos derivados.

Además de la fertilización, los investigadores planean realizar pruebas con biocontroladores, que son microorganismos que pueden ayudar a combatir el hongo sin la necesidad de utilizar agroquímicos. También están considerando ajustar la densidad de siembra y la fecha de siembra como medidas para reducir la presencia del patógeno.

En resumen, este estudio destaca la importancia de detectar y combatir la presencia del hongo Fusarium sp. en los cultivos de maíz, ya que puede tener graves consecuencias tanto en la salud humana como en la producción agrícola. La fertilización nitrogenada y los biocontroladores son dos enfoques que los investigadores están explorando para abordar este problema.