Intentar adivinar el futuro es un objetivo que une a científicos y astrólogos en un imposible con demasiadas variantes como para poder ser determinado con exactitud desde nuestro presente. Echar un vistazo a lo que nos depara era una utopía… hasta la apertura de El Museo del Futuro, en Dubái.

“Descubra la ciencia, la tecnología y la innovación de la siguiente generación”. Así se presenta El Museo del Futuro (MOFT, por sus siglas en inglés), inaugurado el pasado mes de febrero de 2022, erigido cerca de la superautopista Sheikh Zayed Road.

Creado por la Dubai Future Foundation, la institución busca explorar la posible evolución en las próximas décadas mediante la ciencia y la tecnología. Pero, ¿qué se expone realmente en un museo que no puede mostrar nada tangible del futuro?

En sus salas, los visitantes pueden encontrar exposiciones tradicionales, teatro envolvente y atracciones temáticas, un catálogo que nos presenta cómo será el mundo dentro de 50 años.

Cada uno de sus siete pisos alberga una exposición con un enfoque diferente y un mismo tratamiento: el desarrollo de una materia en el futuro. Recursos del espacio exterior, los ecosistemas, la bioingeniería, la salud, el bienestar y, cómo no, la tecnología. Realidad virtual y aumentada, robótica, Inteligencia Artificial y Big Data se investigan en la institución.

Pero, si algo llama la atención de este museo es su edificio. Siete pisos sin columnas, 77 metros de altura y una fachada de acero inoxidable grabada con 14.000 metros de caligrafía árabe que se iluminan al anochecer. Su arquitecto Shaun Kill fue reconocido por su obra, nombrado como uno de los 14 museos más bonitos del mundo por National Geographic.

Una de las frases inscritas en su fachada, reza: “El futuro pertenece a quienes pueden imaginarlo, diseñarlo y ejecutarlo. No es algo que esperas, sino que creas”. Nosotros podemos imaginarlo, pero nada como experimentarlo en esta institución con aires de pitonisa.