Mafalda González, referente de Maestras de Apoyo a la Inclusión, expresó: “Vas 20 veces a DOSEP, un día te dicen una cosa, otro día otra y seguimos sin solución”.
González detalló que los padres que participan en las marchas lo hacen con sus hijos, quienes están perdiendo sus prestaciones esenciales, como la educación, terapias de fonoaudiología, y servicios en Centros de Día, algunos de los cuales están en riesgo de cerrar debido a la falta de pagos por parte de Dosep. "Pese a las falencias de la obra social del Estado, la cual cubre entre un 50% y un 70% de la población de la provincia, esta situación está afectando a toda el área de discapacidad”, añadió.
El principal problema, según González, comenzó este año no solo con los pagos atrasados, sino también con los nuevos requisitos impuestos a las maestras integradoras, asistentes terapéuticos, cuidadores, médicos, fonoaudiólogos y kinesiólogos que trabajan con Dosep. “Además de implementar nuevos procedimientos engorrosos para convertirse en prestadores, ahora exigen que se pueda facturar a Dosep. Hay un supuesto decreto del que no nos dieron información que dice que si sos empleado público no podés facturar. Eso jamás se planteó antes”, remarcó.
González explicó que la demanda de maestras especiales es alta porque los niños con discapacidades asisten a las escuelas y necesitan maestras especiales. Muchas de estas maestras también tienen cargos en escuelas generativas o públicas y necesitan más de un trabajo para poder mantenerse.
A pesar de este decreto del que aún no tienen información clara, la referente subrayó que “no hay solución, hay muchos sin cobrar y les deben desde el año pasado. Desde que ingresó la nueva gestión hay profesionales esperando pagos de noviembre y septiembre”.
González insistió en que “nunca” fueron atendidos por la directora de Dosep, Teresa Negri, ni por el gobernador Claudio Poggi, a quien le entregaron una carta que fue derivada a la obra social sin resultados. “Entre ellos se echan culpas nomás”, lamentó.
“La discapacidad no es un negocio, la salud no es un negocio. Deben entender esto porque a los padres de los niños y a todos los afiliados de Dosep se les hace religiosamente el descuento todos los meses. Y si pagan un coseguro cuando van al médico, tienen que ir a la Defensoría del Pueblo a denunciar más la falta de prestaciones, es de verdad vergonzoso”, concluyó González.