Sin importar lo que pase, la fuerza popular organizada y la militancia silvestre y suelta volverán a pedirle, con cánticos, algarabía, llanto y emoción, que sea candidata.
Y ella, es probable, volverá a contestarles con la importancia de poner lo colectivo por delante de lo individual y proteger al peronismo del odio y el veneno que sus detractores inyectan para que en las urnas prevalezca alguna de las expresiones alquiladas de la derecha rabiosa.
Hoy, entonces, la base de sustentación ratificará su liderazgo y ella aplicará pedagogía política para explicar la situación y contener el desencanto, para encauzar la energía social disponible hacia donde ella considera pertinente y para demostrar, una vez más, que ella sabe que es un instrumento de los de abajo.
Pende un sector kirchnerista de un hilo de esperanza bajo el sueño de que ella diga lo que hasta ahora no dijo y se postule pero, más allá de cualquier especulación y legítimo anhelo, ella prepara para esta tarde su rock and roll contra el poder económico y demanda un pogo de rebeldía para la construcción de la patria que imaginaron Moreno, Monteagudo, Castelli y tantos otros en Mayo de 1810.
Hoy también es evocación, recuerdo y canción. Hoy es consigna en las remeras, identidad en las banderas y movimiento en la calle.
Hoy es, además, bronca de un periodismo corporativo que despotrica contra la oposición porque no defiende el 25 de mayo de la voracidad kirchnerista. Hay que ver TN para darse cuenta que, igual que en el Bicentenario del primer gobierno patrio, a la derecha nacional le duele que el pueblo siga viviendo la argentinidad con desborde, patas en la fuente, choripanes y abrazos -llueva, truene o haya sol-, mientras los herederos patricios de los dueños de la tierra arrebatada a los indios miran la tele indignados, desde el living de sus pisos en Recoleta o Palermo, o sus countries.
Hoy es actualización doctrinaria del 2003, referencia al ’73 y memoria del 2015. Porque el 25 de mayo del último año de su segundo mandato ella dijo en la misma plaza, ante la pregunta acerca de qué pasaría, que iba a pasar lo que ustedes quisieran que pase. Y el que vino después, efectivamente, dijo que pasaron cosas.
Pero la advertencia de ella no era sancionatoria sino una búsqueda de empoderamiento plebeyo. Y no se pudo o no se supo cómo, tal vez por falta de pericia en territorio pero quizá, y es bueno preguntárselo, por las tentaciones y mezquindades que en ocasiones no dejan crecer a otros referentes por temor a sus audacias y autonomías. Y aun así, hoy es ella ante la multitud y la Historia. Es ella, humana y lúcida, fuerte y vulnerable, valiente frente a sus enemigos pero temerosa de lo que pueda ocurrir con sus hijos o los hijos de los hijos de la generación diezmada.
Hoy es ella, aunque el diario La Nación publique jactanciosamente una columna de Carlos Pagni que impugna el culto a la personalidad y menta el fracaso del gobierno actual. Y he ahí la principal razón por la que hoy es ella. Hoy es ella, precisamente, porque además de su propia biografía ella es un cuerpo que sintetiza millones, es herramienta y es discurso.
Ella es manifestación inapelable de que un dirigente o dirigenta no es solamente lo que dice su DNI sino, antes bien, el producto amasado por sus seguidores, los que sudan y sangran bajo su conducción, los que honran su liderazgo con lealtad. Ella es, más allá y más acá de sus acciones más geniales o sus errores circunstanciales, el resultado de la acumulación popular en Argentina y ese es argumento bastante para cuidarla y defenderla.
Hoy es ella porque no hubiera sido posible sin el que asumió hace 20 años ni los que lucharon hace 50 o más. Hoy es ella porque ella hace posible que los que vengan a partir de ahora conecten con el sacrificio de los que ya no están.
Hoy es ella y ella seguirá siendo, aunque no haya más fiestas como las de hoy. Hoy es ella y lo que pase después depende de los que siguen. Hoy es ella, contra todos los pronósticos, y mañana será de los que no se rindan hoy.