Elizondo residía en una vivienda en la calle Formosa al 1074, en el barrio UTA de la capital sanjuanina. La intervención policial, llevada a cabo por efectivos de la Comisaría 28 de Villa del Carril, se produjo después de que su hermano, quien es paciente psiquiátrico, creyera erróneamente que Elizondo se encontraba descansando y no quería salir de su habitación.
Al llegar a la casa el domingo por la tarde, los agentes encontraron a Elizondo muerto en su cama, con sus perros alrededor de su cuerpo. Según informó ‘Radio Popular San Luis’, los perros habían comenzado a alimentarse del cuerpo de Elizondo después de su fallecimiento.
El caso fue investigado por el fiscal ayudante Francisco Nicolía y el equipo de UFI Delitos Especiales. Tras realizarse los estudios forenses, se confirmó que la causa de la muerte fue natural y se descartó cualquier ataque por parte de los perros. Los animales fueron entregados a la protectora Emilia Merino, mientras que la vivienda permanece bajo custodia judicial.
Este trágico incidente subraya la importancia de la vigilancia y el cuidado en situaciones de vulnerabilidad, así como la necesidad de una rápida intervención en casos donde el bienestar de las personas pueda estar en riesgo.