Las cuatro provincias del este y sur ucraniano que las fuerzas rusas y milicias locales controlan anunciaron que celebrarán referendos entre el 23 al 27 de septiembre para incorporarse a la Federación Rusa, lo que fue calificado de "farsa" y "parodia" por Ucrania y las potencias occidentales aliadas
Los anuncios de los referendos desde el viernes en las orientales Donetsk, Lugansk y las sureñas Jerson y Zaporiyia llegaron luego de que uno de los funcionarios más cercanos al presidente Vladimir Putin apoyara las votaciones, a casi siete meses del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación rusa, Dmitri Medvedev, insinuó que la integración de nuevos territorios a Rusia hará "irreversible" el fin de la hegemonía estadounidense y permitirá a Moscú usar "cualquier medio de legítima defensa", lo que se entendió como alusión a armas nucleares.
Las cuatro provincias están parcial o totalmente ocupadas por el Ejército ruso y milicias locales, y su control asegura a Rusia la posesión y defensa de la sureña península ucraniana de Crimea -que se anexionó tras un referéndum popular en 2014-, que, cada vez más, parece haber sido el objetivo central de la intervención en Ucrania.
Las cuatro son contiguas, y van desde el oeste de Rusia hasta Crimea. Jerson, la primera que capturó el Ejército ruso, es la única provincia que limita con Crimea. De oeste a este, le siguen, en orden, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, que es la que limita con Rusia.
Crimea es vital para la seguridad y la estrategia geopolítica de Rusia porque allí tiene anclada su flota del mar Negro y porque le da otro acceso al mar Mediterráneo.
Donetsk y Lugansk forman la región del Donbass, donde separatistas ucranianos rusoparlantes se alzaron en armas contra el Gobierno tras el golpe de Estado en 2014 y fundaron "repúblicas" populares, cuya liberación fue mencionada por Putin como el objetivo central de la intervención.
En Donetsk, el líder separatista ucraniano Denis Pushilin dijo que "el sufrido pueblo del Donbass se ganó el derecho a ser parte del gran país que siempre consideraron su patria".
Agregó que las consultas populares servirán para "restaurar la justicia histórica que millones de rusos están esperando".
Los anuncios llegan una semana después de que Rusia retirara sus fuerzas de posiciones de la fronteriza provincia de Jarkov, en el noreste de Ucrania, que limita con Lugansk por el sur.
Jarkov no está entre las provincias que Rusia ha dicho querer controlar, pero los territorios que ocupaba allí eran necesarios para proteger la retaguardia de una ofensiva lanzada en abril con la que logró controlar casi todo el Donbass.
De hecho, en los últimos dos meses Rusia ha retirado a muchas de sus unidades mejor equipadas, incluso del Donbass, para posicionarlas en Jerson y Zaporiyia, a lo largo de la nueva frontera de facto que se ha creado entre Rusia y Ucrania por la ocupación rusa de las cuatro provincias.
Ucrania también ha avanzado sus tropas más experimentadas y sus mejores armas recibidas de Estados Unidos y otros países hacia esa nueva frontera no oficial y ha lanzado ataques más bien puntuales, a los que califica de contraofensiva, con los que ha recuperado algunas zonas de Jerson.
El rechazo de los países de la OTAN
Se da por descontado que el resultado de los referendos será favorable a la incorporación a Rusia, pero también que la inmensa mayoría de la comunidad internacional no los reconocerá, así como no lo hizo con la anexión de Crimea.
"Estos referendos son una afrenta a los principios de soberanía e integridad territorial que sustentan el sistema internacional", dijo hoy el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
"Estados Unidos nunca reconocerá los reclamos de Rusia sobre cualquier parte supuestamente anexada de Ucrania", agregó, citado por la agencia de noticias AFP.
En la misma línea, el presidente francés Emmanuel Macron calificó de "parodia" el anuncio de referendos y dijo que "no tendrán consecuencias legales".
"Lo único que existe es la guerra decidida por Rusia, la resistencia de Ucrania y el fin de la guerra que queremos", añadió el mandatario galo, quien se reunirá con Putin "en los próximos días".
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, tildó de "farsa" los planes de las autoridades instaladas por Rusia y añadió: "Es muy claro que esos referendos no pueden ser aceptados y no están amparados por el derecho internacional".
"Referendos falsos no tienen legitimidad y no cambian la naturaleza de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Esta es una nueva escalada en la guerra de Putin", apuntó en tanto Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Twitter.
La posición Rusa
En otra señal de que Rusia se prepara para un largo conflicto, la Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó hoy leyes más severas contra la deserción, la rendición y el saqueo por parte de soldados rusos.
Los diputados de la Duma votaron también introducir penas de hasta 10 años de cárcel para soldados que se nieguen a pelear.
El vocero de Putin y del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, dijo este martes que no hay perspectivas de una solución diplomática del conflicto con Ucrania.
Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que los referendos "son de gran importancia no solo para la protección sistémica de los habitantes, sino también para el restablecimiento de la justicia histórica".
"Invadir el territorio de Rusia es un crimen y si se comete, te permite utilizar todas las fuerzas de legítima defensa", añadió.
Según Medvedev, "la transformación geopolítica del mundo será irreversible" después de la "integración de nuevos territorios" en Rusia, informó la agencia de noticias AFP.
"Por eso es que estos referendos son tan temidos en Kiev y en Occidente. Por eso es que se deben celebrar", dijo.
Ucrania aseguró que la amenaza rusa será "liquidada".
"Ucrania va a solucionar la cuestión rusa. La amenaza sólo puede liquidarse por la fuerza", escribió en Telegram el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, y aseguró que Ucrania va a "seguir liberando sus territorios, diga lo que diga Rusia".
Los separatistas ucranianos de Donetsk y Lugansk fundaron en 2014 "repúblicas populares" en los territorios que controlan cuya independencia fue reconocida por Putin días antes de lanzar la invasión de Ucrania, el 24 de febrero pasado.
Al recibir hoy las cartas credenciales de nuevos embajadores en Rusia, Putin prometió proseguir su política "soberana" y denunció la voluntad de "hegemonía" de Estados Unidos.
Jerson está controlada por Rusia casi en su totalidad. Tiene autoridades instaladas por Rusia y en ella el rublo, la moneda rusa, es de curso legal. Rusia ocupa la mitad sur de Zaporiyia, incluyendo una ciudad donde está la central nuclear más grande de Europa.
La planta nuclear de Zaporiyia fue blanco de ataques desde julio de los que Ucrania y Rusia se acusan mutuamente.
Fuente: telam