A poco de adquirirlo, hace cuatro años, una familia se lo usurpó. Una vez que consiguió desalojar a esa gente, su hijo pudo instalarse allí, pero debió mudarse al poco tiempo, porque el lugar se incendió el año pasado. Y hace dos semanas, a través de un medio periodístico, se enteró de que un hombre y su familia se habían apoderado de su departamento, y pedían, en una entrevista radial y por redes sociales, ayuda a la comunidad para refaccionar y equipar el inmueble.
El departamento en cuestión es uno del monoblock 27. En la denuncia que asentó en la Comisaría 10ª, Ángel detalló que adquirió el domicilio en febrero de 2020 a través de un papel de cesión de derechos y acciones posesorias que firmó delante de un escribano. Le hizo reparaciones, pero no pudo habitarlo de inmediato porque el inicio de la pandemia y la cuarentena se lo impidió en aquel momento, aclaró.
Regresó dos meses después y descubrió que una familia se había instalado. Denunció la usurpación y luego de dos años, consiguió desalojar a esas personas. Contó que de inmediato su hijo de 35 años se fue a vivir ahí.
El joven estuvo hasta septiembre pasado, cuando el departamento se incendió. El siniestro sucedió, al parecer, por un descuido de él.
Como si eso resultara poco, el denunciante relató que hace dos semanas se enteró por el Facebook de un medio periodístico de Villa Mercedes que un tal Gabriel se había mudado a su departamento con su familia y apelaba al buen corazón de la gente para que lo ayudaran con alimentos y materiales para la construcción, para poner en condiciones el lugar y volverlo habitable. El hombre decía que estaba dispuesto a trabajar con tal de que alguien le pagara con un inodoro.