En un video que tuvo repercusión provincial (Ver nota) y nacional (Ver nota LA NACIÓN acá) Un grupo de docentes de la Escuela Raúl B. Diaz, de manera respetuosa y sensata, solicitaron al gobernador que se ocupara de la difícil situación económica que viven como empleados públicos provinciales. La particularidad radicó en que no solo se refirieron a la situación de los alumnos, sino del padecimiento de sus propios hijos.
El intendente Frontera observaba desde el costado el reclamo, como asintiendo la preocupación, pero a la vez no hizo más que acompañar la situación. Es que se encuentra en una situación compleja, como primer muro de contención ante los reclamos de la comunidad y un mandato por delante con un contexto más complejo. La política al menos no lo preocupa. El PJ está inmovilizado y en tanto, los opositores locales están preocupados en colocar familiares en el ejecutivo o en la legislatura provincial, tal como lo vimos en la novela de la AgroZal y el partido Todos Unidos. Por lo mismo disputan lugares el PRO, Sanluiseños por el Cambio y el radicalismo.
La reconfiguración del escenario provincial no termina de darse. Por el lado del oficialismo nacional, solo el Diputado Nacional D’alessandro suele hablar en contadas ocasiones (siempre vía telefónica desde Bs As) del resto ni noticias, excepto algunas judiciales que salpican a la Diputada Nacional del PRO, la mercedina Bachey.
Párrafo aparte para el convidado de piedra Rodolfo Negri, quién nos recuerda al “marido de pampita” por intentar explicar en carácter de qué se arroga la representatividad de una Senadora Nacional a la que no se le conoce la voz. En tanto, los representantes del peronismo en las legislaturas nacionales, supuestos adalides del Saaismo albertista no se animan o no pretenden retomar la conducción del PJ provincial, lo que deriva en una inmovilización evidente.
Volviendo al primer mandatario provincial, creemos que lo sucedido en la escuela debería motivar al gobernador a cambiar el chip de campaña por el de gestión. Recordemos que algo relevante del modelo político que gobernó la provincia los últimos años fue plantar la bandera de San Luis ante la nación y siempre defenderla de los ataques. Hoy la provincia parece casi arrodillada a un presidente que manifestó la intención de “mear” a los gobernadores. El pueblo sanluiseño no se merece esto.