Con una sede partidaria con un nutrido marco, Alberto Rodriguez Saá expresó su postura y opinión respecto a lo que será la continuidad de las acciones partidarias del Partido Justicialista.

Respecto a su organización interna se convocó a elecciones partidarias para el próximo 24 de Noviembre, con participación abierta de todos y cada uno de los militantes que deseen ocupar cargos partidarios. Con una adecuación del padrón del PJ a la usanza norteamericana, mediante previa inscripción para aquellos que no se encuentren afiliados al partido justicialista. Esto hecha por tierra los augurios de algunos sectores que se negaban a participar del acto eleccionario al no compartir “las reglas de juego” del albertismo. Se cuestionaba la poca legitimidad del padrón partidario.

El tan cuestionado entorno de Alberto dijo presente al igual que varias agrupaciones y dirigentes del interior provincial. Si bien no fue una muestra imponente del sector albertista, es notoria al menos la intención de decir presente en el escenario político provincial.

Un escenario que parece totalmente atomizado en infinidad de sectores: el oficialismo poggista en Avanzar, la UCR , el Pro y Mercedinos por el Cambio con los hermanos Giraudo a la cabeza, sumado al Adolfismo conforman el oficialismo provincial. Tampoco debemos olvidar a los Libertarios quienes de la mano de Bartolome Abdala y los legisladores nacionales se encuentran trabajando en búsqueda de conformar el partido político libertario. Encuestas a las que tenemos acceso, hablan de una gran adhesión a este sector político.

En la oposición política vemos a un grupo de diputados e intendentes del interior que están confomando un polo justicialista que parece ahora, amagar con disputar con el albertismo la legitimidad dentro del Partido Justicialista Provincial. De consolidarse este espacio, el escenario terminará super atomizado. Esto será positivo para los espacios más pequeños, que se ven en igualdad de condiciones para disputar espacios de poder.

¿Hasta dónde llegará esta tensión? Ahora al menos, ya tenemos fecha de definición. Hacia fines del mes de Noviembre, el tan poderoso Justicialismo Sanluiseño deberá afrontar un cambio de dirigencia para estar a la altura de los desafíos o corre el riesgo de convertirse en un mero observador de la realidad. En la vereda del frente se encuentran sectores que poseen más ambiciones que ideas y eso no es precisamente lo mejor para una sociedad tan particular como la nuestra.