Anteriormente, la fe de vida había sido suspendida temporalmente durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio que se impuso en marzo de 2020 debido a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, a partir del 17 de febrero de 2022, se había vuelto a solicitar, aunque algunas entidades bancarias habían tomado excepciones basadas en la edad o disponibilidad de información.
La nueva ley beneficiará a cerca de cuatro millones de jubilados y pensionados que ya no tendrán que realizar periódicamente el trámite de supervivencia o fe de vida. Con esta medida, los 7,3 millones de jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y los beneficiarios de pensiones no contributivas a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) estarán en igualdad de condiciones.
Algunos bancos, como el Banco de la Provincia de Buenos Aires, ya habían dejado sin efecto el requisito de fe de vida desde septiembre de 2019 debido a que tenían sus bases de datos en línea con el Registro Nacional de las Personas (Renaper). En los últimos meses, otros bancos también se habían sumado a no exigir el trámite, facilitando el cobro de haberes a los jubilados y pensionados.
La norma establece que la Anses tiene la facultad de dictar las normas aclaratorias y complementarias pertinentes para la correcta implementación de la ley. Aunque algunos bancos ya se habían adaptado a esta nueva modalidad, otros esperan la reglamentación oficial para ajustar sus sistemas.
En general, la medida es vista como positiva y facilitará los trámites para los jubilados y pensionados, ya que aproximadamente el 45% de ellos ya no debían realizar la fe de vida y los bancos restantes estaban encaminados a facilitar el cobro de haberes.