"El radicalismo no coincide con la política de privatizaciones generalizadas y de desarme del Estado que propone el Gobierno. Creemos que las políticas publicas son fundamentales para Argentina", afirmó Casella en declaraciones a radio AM 750.
En ese sentido, afirmó que "un país sin políticas publicas en materia social es un país que se acerca a una situación critica" y consideró que el radicalismo debe plantearlo en el Parlamento e incluso propuso que "debe convocarse el Comité Nacional de la UCR para sentar una postura y que los diputados UCR acatan esa línea".
Asimismo, consideró que el decreto que desregula la economía "es claramente inconstitucional" ya que no existe una situación de emergencia y que la Ley Bases "no debe rechazarse en general", sino que debe tratarse "artículo por articulo".
"Tiene más de 600 artículos y puede haber algunos que valgan la pena tratar. En una ley que es tan incoherente, cargada de elementos de distinta jerarquía y contenido y hay que tratarla articulo por articulo", insistió.
Agregó que "es imposible tener en la memoria el contenido de 600 artículos" y que también es imposible llevar adelante una consulta popular que es "el método con el que amenaza el presidente", Javier Milei.
"No se pueden votar 655 artículos de distinta naturaleza por si o por no. Es absurdo", afirmó.
El exministro de Trabajo sostuvo que a nivel partidario "la UCR está viviendo los coletazos de una crisis importante" y que "no funciona como debería hacerlo institucionalmente" ya que hay una "desorganización interna".
"No me conforma el rol que esta cumpliendo (el diputado y presidente del bloque Evolución Radical) Rodrigo de Loredo. Creo que esta ocupando un lugar que no le corresponde", opinó al considerar que el legislador "avanza mas allá de lo que debería" y que debería convocar al Comité Ejecutivo del partido para "ordenar el funcionamiento partidario".
A su criterio, "la ausencia de (Martín) Lousteau es una ausencia pesada y costosa para la UCR porque no tiene punto de referencia".
En ese sentido, apuntó que la UCR "debe ser un partido opositor" ya que la gente votó para que el partido cumpla ese rol.
"La UCR nunca fue un partido obstruccionista. Debe controlar, proponer alternativas y oponerse con dureza a las cosas que no corresponden, pero debe dejar funcionar al Estado", remarcó.