Durante el evento, efectivos de la Policía Federal y Gendarmería Nacional aplicaron el protocolo antipiquetes, lo que generó algunas situaciones de tensión. La diputada nacional Myrian Bregman del Frente de Izquierda intervino para negociar el retiro pacífico de los manifestantes, expresando su desacuerdo con el despliegue policial, al considerar que era prematuro.

La situación se volvió tensa cuando los asistentes se encontraron con el operativo policial en avenida Diagonal Sur, que incluyó motos y un camión hidrante.

Antes de estos incidentes, el dirigente de izquierda Néstor Pitrola declaró que el acto tenía como objetivo "luchar contra la reforma laboral y el gobierno de (Javier) Milei y sus cómplices". Diversos sindicatos combativos y movimientos piqueteros independientes se unieron a la marcha desde Paseo Colón y Belgrano hasta Plaza de Mayo.

Pitrola criticó la aprobación de la Ley Bases y señaló la necesidad de una huelga general activa para derrotar el plan del gobierno nacional y la oposición. Por su parte, el diputado Gabriel Solano afirmó que el acto independiente era una tribuna de lucha contra el gobierno de Milei y sus aliados, y llamó a la CGT a convocar a un paro activo y nacional.