Nuestro Pueblo ha sufrido mucho. No es tiempo de seguir viviendo una sociedad injusta. Necesitamos una conciencia de encuentro, de libertad, de resistencia, de no tolerar la desigualdad y las promesas. Una conciencia de que podemos ser protagonistas de la responsabilidad de una sociedad justa. Pero también de que somos capaces de asumir y superar toda dificultad, toda opresión, todo dolor y sufrimiento porque existe la certeza moral de conseguirlo.