El Ministerio de Salud en Gaza ha informado que más de 9,700 palestinos resultaron heridos en estos ataques, lo que representa una tragedia humanitaria en curso.

La respuesta israelí se produjo después de que cientos de milicianos de Hamas se infiltraron en Israel el 7 de octubre, destruyendo comunidades enteras y causando la muerte de más de 1,400 personas, incluyendo 286 soldados israelíes. La situación ha generado una creciente tensión en la región.

Además, Israel anunció la evacuación de habitantes de localidades a lo largo de su frontera norte con el Líbano después de los intercambios de disparos con Hezbollah y grupos armados palestinos. La zona fue cerrada debido a la escalada de violencia posterior a los ataques de Hamas desde Gaza. La región fronteriza entre el norte de Israel y el sur de Líbano ha sido testigo de cruces de artillería, lo que ha resultado en la muerte de al menos 10 personas en el sur de Líbano. También se reportaron víctimas en Israel, incluyendo un hombre fallecido en un ataque con cohete reivindicado por Hezbollah.

La escalada de violencia en la región comenzó cuando Hezbollah respaldó los ataques lanzados por Hamas en Israel a principios de octubre, a los cuales Israel ha respondido con bombardeos en Gaza. Este conflicto ha generado preocupaciones sobre una mayor intensificación de la violencia en la región, con comandantes de Hezbollah afirmando que están listos para unirse a la guerra en el momento que consideren oportuno.

A medida que la violencia continúa en la región, la comunidad internacional observa con preocupación y hace un llamado urgente a la contención y al cese de las hostilidades para evitar un mayor sufrimiento y pérdida de vidas humanas en esta crisis en curso.