Los síntomas del dengue pueden variar desde una fiebre leve hasta una forma grave de la enfermedad que puede ser potencialmente mortal. Los síntomas comunes incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, náuseas, vómitos, vision borrosa y erupción cutánea. En casos graves, puede haber sangrado y complicaciones que afectan a órganos vitales.
Según el último informe epidemiológico, se ha observado un incremento significativo en el número de personas afectadas por el dengue. Esta situación requiere la colaboración de toda la comunidad para eliminar los criaderos de mosquitos y reducir el riesgo de transmisión.
Es fundamental mantener patios y jardines libres de recipientes que puedan acumular agua estancada, como neumáticos, recipientes vacíos y otros objetos que puedan servir como criaderos de mosquitos. Además, se recomienda el uso de repelentes de insectos y mosquiteros en ventanas y puertas para evitar las picaduras.
La prevención es clave en la lucha contra el dengue. Tomemos conciencia y actuemos de manera responsable para proteger nuestra salud y la de nuestra comunidad.