El segundo trimestre de 2024 mostró un crecimiento del 19% en las compras con tarjeta de crédito, especialmente en rubros de primera necesidad como alimentos, combustibles y farmacias, mientras que otros sectores, como la construcción e indumentaria, experimentaron una marcada contracción.
Un informe reciente de PayWay revela un aumento significativo en el uso de tarjetas de crédito para pagar alimentos (29,38%), estaciones de servicio (13,77%) y farmacias (4%). Esto se debe a que, en un contexto de alta inflación y altas tasas de interés, muchos argentinos optan por "patear" sus compras al mes siguiente, utilizando la tarjeta para extender el plazo de pago. Según la economista Paula Martínez, esto permite utilizar el dinero en el momento y postergar el pago entre 30 y 40 días, ganando intereses en el proceso.
Sin embargo, las ventas en supermercados cayeron un 11,6% en el primer semestre del año, a pesar de que el 43,7% de estas transacciones se realizaron con tarjetas de crédito. El aumento del uso de las tarjetas en estos rubros se atribuye en parte a los incrementos interanuales en productos esenciales, como artículos de limpieza, panadería, lácteos y verduras, que superaron la inflación interanual del 271%.
Martínez advierte que utilizar la tarjeta de crédito para financiar gastos corrientes, como alimentos o combustible, puede ser una "deuda mala". Idealmente, la tarjeta de crédito debería reservarse para la adquisición de bienes duraderos, cuyo uso justifique el plazo de financiamiento, como electrodomésticos o vehículos. En contraste, sectores como la compra de productos del hogar, electrodomésticos, materiales de construcción e indumentaria han registrado caídas significativas en comparación con el primer semestre de 2023.
Francisco Moyano Daza, gerente de Óptica Moyano y miembro de la Cámara de Comercio Electrónico de San Luis, señala que en su negocio, el 60% de las compras se realizan con tarjeta de crédito, y de estas, el 90% se pagan en cuotas de tres, seis, nueve o hasta doce veces. Según Moyano, la gente prefiere usar la tarjeta para gastos corrientes debido a la pérdida de capacidad de ahorro, intentando maximizar su dinero e invirtiéndolo en plazos fijos o fondos de inversión.
A nivel nacional, el 64,91% de las operaciones con tarjeta de crédito se realizan en un solo pago, mientras que el 20,21% se hace en cuotas y el 14,87% restante con Cuota Simple. En un contexto de inflación, las cuotas sin interés pueden ser una opción atractiva para congelar precios. No obstante, Martínez subraya la importancia de comparar el costo financiero total con la inflación proyectada para determinar si realmente es beneficioso.
Optar por pagar solo el monto mínimo de la tarjeta de crédito puede ser tentador, pero esta práctica acumula intereses y otros costos adicionales, como impuestos y gastos administrativos, lo que puede llevar a una rápida acumulación de deuda. Si no se paga ni siquiera el monto mínimo, se incurre en mora, lo que implica intereses punitorios adicionales.
El uso de la tarjeta de crédito puede ser una herramienta útil para gestionar la economía familiar, siempre y cuando se haga con precaución y se evite utilizarla para financiar gastos corrientes. Es esencial evaluar cuidadosamente las opciones de financiamiento y mantener un control estricto del endeudamiento para evitar problemas financieros a largo plazo.