San Luis

Trabajó 23 años en el INTA, pidió licencia, lo echaron y ahora le reclaman 55 millones de pesos

Santiago Arnaud, ingeniero agrónomo y exjefe de la agencia del INTA en Quines, fue despedido tras más de dos décadas de servicio en el organismo nacional. La medida, que se sustenta en un decreto de la última dictadura militar, no solo lo dejó sin trabajo, sino que además le exige una devolución millonaria al Estado: 55 millones de pesos.

Ayer, Arnaud encabezó una protesta frente a las oficinas del INTA en San Luis capital. Lo acompañaron productores rurales del norte provincial, artesanos y vecinos que lo conocieron a lo largo de sus años de trabajo territorial. “Ni trabajando tres años gano el dinero que me piden como multa”, ironizó el ingeniero, todavía sorprendido por la magnitud de la sanción.

Licencia médica, sumario y despido

Según explicó, los conflictos con la conducción del INTA comenzaron hace más de un año, cuando sufrió una baja en sus calificaciones laborales y comenzó a ser hostigado. Esa situación lo llevó a solicitar una licencia psiquiátrica, recomendada por su médica de cabecera, quien le sugirió no volver al entorno laboral por considerarlo “tóxico”.

Durante ese tiempo, Arnaud retomó su actividad como docente de Física en San Francisco del Monte de Oro —donde reside—, ya que se sentía contenido en ese ámbito. Sin embargo, el INTA utilizó esa situación para iniciar un sumario en su contra, basado en un decreto de 1979 que impide a quienes están con licencia psiquiátrica desempeñar otro empleo.

Además, el ingeniero denunció irregularidades en el proceso: fue citado a declarar en Buenos Aires mediante correos enviados únicamente a su casilla institucional, a la que no accedía por estar de licencia. “En los mails incluso se pedía a mis jefes que me notificaran. No lo hicieron”, aseguró.

Sin retiro voluntario y con una deuda impagable

En medio del ajuste nacional y del vaciamiento de estructuras públicas, Arnaud pidió acogerse al retiro voluntario, pero se encontró con el sumario ya en marcha. No solo quedó fuera del programa, sino que fue desvinculado y se le impuso una multa millonaria.

“No cometí ningún delito. Solo intenté cuidar mi salud mental y seguir trabajando donde sí me sentía bien. Me castigaron por eso”, expresó con angustia. Padre de dos hijos, hoy busca asesoramiento legal para revertir la situación.

Protesta pacífica con apoyo de productores

La manifestación del lunes fue pacífica: músicos, vecinos y pequeños productores se organizaron para expresar su respaldo. Durante los cortes de semáforo, distribuían panfletos y se hacían breves intervenciones artísticas. “Fue una muestra de apoyo enorme. Toda esa gente sabe lo que hicimos juntos durante años”, dijo Arnaud.

La situación se enmarca en un contexto de despidos masivos y cierre de programas en organismos del Estado nacional como el INTA, el INTI o el Conicet. Arnaud resume su caso con una frase que refleja el sentimiento de muchos trabajadores del sector público: “El problema no es el sueldo que cobrás, es la dignidad con la que hacés tu trabajo. Y eso me lo quitaron de un plumazo”.


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