En lo que va del año, los docentes universitarios ya realizaron más de diez días de paro. Para mañana y el miércoles hay una nueva medida de fuerza, a la que adherirán en la provincia. El Frente Sindical de Universidades Nacionales explicó que esta reacción refleja las innumerables veces que intentaron dialogar con el gobierno central por el salario, que ya está muy desactualizado en relación con la inflación. Además, afirman que la ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello, se comprometió en la última reunión paritaria a tramitar los fondos ante Economía, pero no cumplió.
Indicaron que prometió una propuesta que contemple el reconocimiento de la pérdida salarial, una pauta de incremento mensual acorde a la inflación, y fondos de capacitación. La reunión paritaria, que debía realizarse el pasado 6 de junio, no se llevó a cabo, y ni siquiera hubo alguna comunicación por parte del Ministerio para dialogar.
"Venimos con una situación complicada desde el punto de vista del funcionamiento y del presupuesto para salarios. Separo el tema en dos partes porque son dos cuestiones diferentes, pero obviamente están muy relacionadas. Si no hay plata para alguna de las dos partes no puede funcionar la universidad. Tuvimos un trabajo conjunto entre todas las asociaciones gremiales del sector docente y nodocente, del Frente Sindical Universitario, y se sumó el estudiantado. Con todos estos sectores coordinamos las acciones que se vienen haciendo desde enero", indicó Diego Costa, secretario de Prensa de ADU.
"A esto se fueron sumando las autoridades universitarias, porque eran parte interesada en las dos cuestiones. El CIN resolvió adherir a la marcha del 23 de abril porque, además, unos días antes tuvieron una reunión con el subsecretario de Políticas Universitarias, quien fue a provocar directamente; no solo no llevó soluciones al problema presupuestario, sino que criticó el funcionamiento de la universidad", agregó.
La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) no es la única perjudicada en la provincia. La Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC) y la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe) también sufren los recortes salariales. Para la marcha del 23 de abril todas crearon un frente y pudieron organizarse, en lo que fue un hito histórico en la provincia, con una movilización que juntó a miles de personas en la capital y otras localidades de San Luis.
"Con todos los sectores hicimos unos diez días de paro y, prácticamente, una movilización por mes desde el 27 de diciembre. El presupuesto de funcionamiento representó, históricamente, el 8% de la plata del presupuesto total que se destina a universidades; el otro 92% es salarios. El Gobierno decidió no dar respuestas a los reclamos en las negociaciones y se concentró, más bien, en dividir el problema, porque, obviamente, era un frente muy amplio a lo que se estaba enfrentando", explicó Costa.
"Decidió abordar primero el funcionamiento de la UBA (Universidad de Buenos Aires); o sea, del 100% del presupuesto se abocó a resolver el 8% del funcionamiento y de una universidad que representa el 25% del país. Obviamente, saltaron todas las otras universidades a reclamar por qué a la UBA sí y al resto no. Los gremios y representaciones de la UBA apoyaron los reclamos de las otras universidades y dijeron que con eso no se solucionaba el problema porque faltaban las otras 56", aclaró.