Actualmente, genera más de 2.400 millones de dólares anuales, consolidándose como un sector clave en la economía nacional. Sin embargo, este avance no se refleja de manera equitativa en términos de género.
Según recientes estudios de las fundaciones Sadosky y Fundar, las mujeres ocupan solo el 33% de los puestos en esta industria, y su participación en las carreras de computación apenas alcanza al 20%. Además, enfrentan una brecha salarial del 20% respecto de sus pares masculinos, lo que evidencia desigualdades estructurales que limitan su acceso y desarrollo en el sector.
Obstáculos persistentes
Entre las barreras identificadas, destacan los estereotipos culturales que desincentivan a niñas y mujeres a interesarse por la informática desde temprana edad. Además, muchas trabajadoras reportan discriminación, micromachismos y dificultades para acceder a roles técnicos de liderazgo. Aunque las mujeres suelen invertir más en formación académica que los hombres, su presencia en áreas técnicas como programación o ingeniería de software sigue siendo notablemente inferior.
La realidad en San Luis
En San Luis, esta problemática también tiene repercusiones significativas. A pesar de que la provincia cuenta con iniciativas para fomentar el desarrollo tecnológico y educativo, las mujeres enfrentan desafíos similares a los reportados a nivel nacional. La baja representación femenina en carreras tecnológicas locales refleja un problema cultural que requiere atención.
En este contexto, el gobierno provincial y las instituciones educativas podrían jugar un rol clave promoviendo políticas inclusivas, como programas de formación y mentorías específicas para mujeres y diversidades en tecnología. Además, fortalecer los espacios laborales con entornos más equitativos y libres de discriminación podría generar un impacto positivo no solo en las trabajadoras, sino en el desarrollo económico provincial.
El desafío pendiente
Si la industria del software quiere continuar como un motor económico estratégico, no puede permitirse excluir al 50% de la población. Acciones concretas para atraer y retener talento femenino serán esenciales para un desarrollo verdaderamente inclusivo y sostenible. San Luis, con su foco en la innovación, tiene la oportunidad de liderar esta transformación y convertirse en un ejemplo de equidad en el sector tecnológico.