Argentina, líder en exportaciones de alimentos, enfrenta una crisis alimentaria interna
Pese a exportar un 50% más de alimentos que el año pasado y consolidarse como uno de los principales abastecedores agroindustriales del mundo, Argentina enfrenta una paradoja alarmante: nueve de cada diez hogares sufren algún grado de inseguridad alimentaria. Esta crisis alimentaria, que golpea especialmente a los sectores más vulnerables, pone en evidencia las desigualdades que atraviesan el país.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, entre enero y octubre de 2024, Argentina exportó 86,48 millones de toneladas de productos agroindustriales, un aumento del 51% en volumen respecto al mismo período de 2023. El valor de estas exportaciones alcanzó los 39.813 millones de dólares, un 23% más que el año anterior. Los principales destinos fueron China, la Unión Europea, Brasil y otros mercados clave, con productos como soja, maíz, bovinos, y trigo liderando las exportaciones.
Sin embargo, mientras las exportaciones crecen, el consumo interno se desploma. Un estudio de la organización social Barrios de Pie reveló que el 87% de los hogares encuestados en barrios populares de 15 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires enfrenta algún nivel de inseguridad alimentaria. En el 60% de los casos, esta inseguridad es severa, lo que implica que al menos un miembro del hogar omitió una comida por falta de recursos.
La inseguridad alimentaria severa afecta principalmente a los jóvenes, con siete de cada diez enfrentando algún grado de desnutrición. Este fenómeno es consecuencia directa de la recesión económica y la transferencia de recursos hacia sectores concentrados, que han reducido el acceso a alimentos esenciales para una dieta equilibrada.
El informe de Barrios de Pie, realizado con metodologías avaladas por la FAO y el Ministerio de Salud, destaca que la falta de acceso a alimentos nutritivos y de calidad es un reflejo de la precariedad generalizada. “La Argentina vive una paradoja: es líder en producción y exportación de alimentos, pero enfrenta niveles de inseguridad alimentaria inéditos”, señaló Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie.
La apertura de nuevos mercados y el sobrestock de productos para exportación han exacerbado la crisis interna, dejando a la población sin acceso a los alimentos que el país produce en abundancia. Aunque el gobierno destaca las políticas que han permitido este auge exportador, los efectos negativos en la distribución interna y el consumo local evidencian la necesidad de un enfoque equilibrado que priorice la seguridad alimentaria de la población.
Con un modelo económico que beneficia principalmente a los grandes exportadores, millones de argentinos se enfrentan a un escenario crítico. La creciente brecha entre la capacidad exportadora del país y las condiciones de vida de su población plantea un interrogante urgente sobre las prioridades de las políticas públicas.
Autor : EL DESTAPE