Este aumento, que se viene dando mes a mes, generará una anticipación de largas colas en las estaciones de servicio durante el fin de semana.
El aumento se debe a un incremento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), que las empresas refinadoras como YPF, Shell, Axion y Puma Energy trasladarán al precio de los combustibles. Aunque cada petrolera decide independientemente el aumento, generalmente se basan en las decisiones de la estatal YPF.
Según datos del sitio web Surtidores, en la Ciudad de Buenos Aires, el precio actual de la nafta súper en YPF es de $800, lo que significa que un aumento del 5% llevaría ese valor a $840. En cuanto a la nafta Premium, se espera que pase de $990 a $1.040, mientras que el gasoil aumentaría de $843 a $885.
Este nuevo incremento en el costo de los combustibles genera preocupación entre los consumidores y plantea desafíos adicionales en un contexto económico ya complicado. Los usuarios deberán planificar sus cargas de combustible con anticipación y prepararse para enfrentar largas esperas en las estaciones de servicio.