Es imprescindible el apoyo de la población para lograr por una convivencia saludable, que evite la postergación. Para la ciudad en general, para los sectores vulnerables y los jóvenes. No existe solución a las problemáticas con estabilidad económica y social sin protagonismo comunitario. La Ciudad es de todos y para todos.

“Los Santos vienen marchando” 1896 - Katharine Purvis

(Himno sobre el Dia del Juicio)

 Gobernar no es gestionar únicamente. Ése es un pensamiento economicista, que no debe tolerarse si hablamos de Justicia Social, porque que no se trata sólo de administrar. Hay que recordarles a nuestros gobernantes que la Política es un servicio público y desinteresado a la Comunidad, por lo cual el propósito de gobernar es una vocación de servicio, no un medio para enriquecerse, que es delito. Además, no todo desde lo público se autofinancia, por la acción social y cultural que necesariamente tienen que hacer los Municipios. Y es importante la transparencia, la publicidad de los actos públicos, a fin de asegurar el mayor bienestar con el control de todos, pero involucrando a la población. Todos somos corresponsables. Sin este pensamiento de solidaridad y responsabilidad, es imposible.

Gobernar es hacer lo que la población necesita, pero también lo que sueña, y el camino es la participación.  Aún con escasos recursos, el mejor recurso son las personas, mal llamadas “capital humano”, un concepto economicista que ha viciado las relaciones humanas. Gobernar es actuar sobre todo lo que afecta a la Comunidad, venga del lugar y jurisdicción que sea. Teniendo o no, medios y competencia.

¿Saben nuestros gobernantes de la cantidad de personas que desfilan todas las semanas por los barrios pidiendo alimentos, ropa o cualquier ayuda? ¿Saben que muchos jubilados, ancianos y familias enteras no pueden con las tasas municipales y tarifas? ¿No es dable que el Municipio se involucre en el control de los precios de alimentos, medicamentos, útiles y vestimenta escolares, de la supervisión de los servicios de salud, de los geriátricos, de la seguridad, del cuidado de nuestros niños y jóvenes en la calle, clubes y boliches? ¿De la venta de remedios, estupefacientes y bebidas alcohólicas sin control? ¿No hay acaso una Policía Municipal en nuestra Ciudad? ¿Más allá del control vehicular y de eventos? ¿Sabemos de sus tareas?

La población de Mercedes no puede estar desprotegida de la gestión y de la Política de Gobierno Municipal. No puede ser que a nuestros hogares lleguen boletas con tarifas que no hay dónde reclamar, como en el caso de la luz, el gas y los teléfonos, porque el Municipio no se involucra, no reclama, no protesta y no toma medidas en nombre de la población... o aceptar que no es de su competencia y jurisdicción. Aunque así sea, es su deber exigir y hacer algo. ¿Y los aumentos de impuestos municipales sin aviso y audiencias públicas? Oportunamente algunos vecinos propusimos esta medida y sería conveniente que el Concejo Deliberante la establezca.

Si un Municipio gobierna con la gente, progresa. Hacer público su presupuesto de entradas, gastos e inversiones y rendir cuentas anualmente, como informar periódicamente de sus actividades económicas, es un deber ineludible. Además, debe promover -independientemente de que los ciudadanos lo hagan espontáneamente- reuniones de vecinos en asambleas públicas, participativas, deliberativas, inclusivas y decisorias, para que discutan y organicen el cuidado y seguridad del barrio, y no solamente de plazas y espacios verdes, sino de relevar desempleados, enfermos, ancianos, necesitados de alimento, seguridad zonal, obras y servicios requeridos en su medio ambiente, para ayudarlos y que se ayuden a concretar ideas para el bienestar del conjunto. Siempre será mejor el relevo, conocimientos e ideas de los propios vecinos.

A todos nos interesa mejorar la vida y el lugar en donde vivimos. Pero es un insoslayable deber humano ocuparnos del que no tiene trabajo, del que no le alcanza para vivir, del hermano en situación de calle o abandono, de la mujer, del niño y del anciano que sufren violencia o abuso... Hay que ayudar al necesitado sin contraprestación.

El Municipio no es una Empresa para negocios. Ninguna institución pública lo es. Se gobierna para la gente, no para los funcionarios. ¿Y a esta altura, por qué no reformar la Carta Orgánica para que tengamos independencia económica y política de los recursos que generamos? Pero con una constituyente de representantes barriales e institucionales, no de Partidos Políticos. Política y administrativamente, ¿por qué no organizar los barrios en Comunas y que los vecinos empiecen a co-gobernar? ¿Y elegir a sus propios representantes y candidatos para Intendente, concejales y funcionarios también? ¿Por qué no vivir ese aire de democracia directa en lugar de candidatos digitados por la Burocracia Política?

A nivel económico, hay impulsar promociones o exenciones impositivas parciales o totales para las Pymes, cuentapropistas, pequeños comercios y los que recién comienzan, en lugar de ahogarlos y desanimarlos con impedimentos burocráticos o excesivas tasas. Esto sería de gran ayuda para generar recursos destinados al consumo y al bienestar ciudadano. ¿Por qué no Canon Municipal a los grandes supermercados, bancos y empresas instaladas y por instalarse en la Ciudad?

Para el Medio Ambiente y urbanismo, necesitamos una empresa municipal de reciclaje y otra de obras públicas. Sería una fuente de trabajo genuino. Al respecto, es importante el relevamiento de calidad de materiales y equipamiento en las construcciones de viviendas sociales, previo a la certificación comunal. Así mismo un código de arquitectura urbana para preservar lugares e inmuebles históricos o de estilo. ¿Y la bloquera para ayudar al barrio de Nailon u otros? No existe relevamiento de la continua inmigración estableciéndose en Mercedes con problemas de todo tipo y a los cuales brindar apoyo, pero prever la delincuencia. ¿Y el control de residuos tóxicos de las industrias, basurales y pajonales barriales? ¿Por qué no invertir en un Transporte Municipal para garantizar el buen servicio? ¿Para qué tercerizar obras y servicios cuando desde el Municipio se puede generar trabajo?

Para las necesidades básicas, es imprescindible organizar un Mercado Central beneficiando a los productores locales, a la Economía Familiar y Popular, y al consumo interno. Así mismo, promover ferias barriales espontáneas, de mini emprendimientos, de permutas e insumos de la canasta familiar, estables y/o itinerantes. ¿No es hora de organizar también una Distribuidora y Supermercado Municipales para abaratar precios?

Hay suficientes recursos, humanos, económicos, de servicios y de producción en la Ciudad para una red económico-social sólida y factible. Implica una planificación para generar y asegurar más y mejor empleo. Pero se requiere diseñarlo con todos, no en el estudio de abogados, contadores y técnicos. Menos en los Partidos Políticos. El Municipio no es ni debe ser el lugar de un Partido Político. Ni un Partido Político. Eso no es verdadera política. Olvidar a uno solo de nuestros ciudadanos, no es Política ni Justicia Social, sino desidia e Injusticia Social.

Los cambios buenos y justos vienen de la acción decidida y valiente de la solidaridad, para transformar la caridad en permanente y estable Justicia Social, de atreverse a juntarse con los próximos -familiares, vecinos, amigos- y organizar el barrio para una vida mejor. Esto es válido, bueno y progresista en cualquier Municipio. La Comunidad de Villa Mercedes necesita abroquelarse ante el despojo provincial y nacional que afecta al trabajo, a la salud, a nuestros jubilados y a nuestros recursos.

Los Santos vienen marchando.