
El secretario de Personas con Discapacidad de San Luis, Luis Giraudo, mantiene una relación cercana con Diego Spagnuolo, el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad que fue desplazado y ahora está bajo investigación judicial por presunto desfalco en el organismo. El funcionario puntano se reunió en varias ocasiones con él y llegó incluso a defenderlo públicamente en una polémica entrevista.
El 19 de junio, mientras intentaba justificar un viaje oficial a Dubái, Giraudo negó que Spagnuolo hubiera afirmado que las personas con discapacidad “no son un problema del Estado”. “Yo estuve con él, le pregunté si había dicho eso y me dijo que de ninguna manera. Yo le creo, por supuesto que le creo”, aseguró entonces. Con esa declaración, le dio la espalda a la familia de un niño discapacitado que había denunciado las palabras del funcionario nacional.

El vínculo no terminó ahí. En marzo de 2024, Spagnuolo recibió en su despacho a Giraudo y a la diputada provincial Karina Bachey, una reunión que quedó registrada en una foto oficial. Ese encuentro cobra hoy otra dimensión, teniendo en cuenta que anoche la Policía encontró a Spagnuolo en un country bonaerense y le secuestró su teléfono en el marco de la investigación judicial.
La posición de Bachey también resulta llamativa: mientras votó en contra del veto del presidente Javier Milei a la ley de discapacidad, en el mismo período apoyó al Gobierno nacional en el freno a la reforma jubilatoria.
La defensa de Giraudo a Spagnuolo y la proximidad política entre ambos, sumada a la trama de irregularidades que rodea la Agencia Nacional de Discapacidad, dejan a la gestión provincial en un lugar incómodo frente a la opinión pública y a las familias que reclaman por sus derechos.