San Luis

Municipios en alerta: denuncian recortes de hasta el 40% en coparticipación

Comunas del sur provincial aseguran que el ajuste es una represalia política y que afecta gravemente la asistencia básica a la población.

Varios municipios del interior profundo de San Luis denunciaron que están siendo víctimas de un brutal recorte en los fondos de coparticipación, que en algunos casos supera el 40%, afectando gravemente su funcionamiento y la prestación de servicios básicos.

Las comunas de Batavia, Nueva Galia y Fortín El Patria figuran entre las más afectadas. Referentes de esos distritos aseguran que la medida habría sido ejecutada por el Gobierno provincial como represalia política hacia gestiones municipales que no comulgan con el oficialismo.

“Esto es persecución, no gestión. Poggi no está cumpliendo con lo que prometió. La libertad que tanto predicó se convirtió en presión y castigo”, expresó bajo reserva una fuente consultada, que pidió no revelar su identidad por temor a represalias.

¿Una decisión del gobierno de Milei o de Poggi?

Según versiones extraoficiales, la primera reducción fue de un 13%, aplicada entre febrero y marzo. Más recientemente, la quita se profundizó hasta superar el 40%, generando problemas con proveedores, emisión de cheques y el cumplimiento de obligaciones.

Desde el Ejecutivo provincial se habría intentado justificar el recorte atribuyéndolo a una decisión del presidente Javier Milei, relacionada con la eliminación de un supuesto “aporte educativo”. Sin embargo, varias fuentes desmienten esa explicación y aseguran que los fondos nacionales llegaron.

“Le echan la culpa a Milei, pero la plata llegó. Este ajuste tiene nombre y apellido, y sale de Terrazas”, indicaron.

El impacto en la comunidad

La situación ha puesto en jaque el funcionamiento de los municipios, que no solo deben sostener los servicios públicos y el pago a los trabajadores, sino que además son el único sostén de muchas familias que dependen del acompañamiento estatal: desde pasajes para estudiantes y tratamientos médicos, hasta ayuda a clubes e instituciones culturales.

“Esto es como una familia: si alguien deja de cobrar, todo se desmorona. Los pueblos chicos no tienen otra fuente de financiamiento. Están asfixiados”, resumió otra fuente del sur provincial.

Mientras el silencio oficial continúa, el temor en los municipios es que el ajuste se profundice y que esta sea una estrategia sistemática para condicionar políticamente a los gobiernos locales opositores.


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