En respuesta, se ha presentado una denuncia penal y se ha solicitado la intervención de la Secretaría de Ética Pública y la Fiscalía de Estado. Las muestras de las ampollas han sido enviadas a la Universidad Nacional de San Luis para determinar qué líquido se usó en lugar del fentanilo. Además, se ha iniciado una investigación y auditorías en la clínica, lo que pone en duda la eficacia de los controles rutinarios.

Ariel Brezigar, director del centro médico, explicó en una conferencia de prensa que las ampollas adulteradas fueron detectadas durante un control de rutina de enfermería. “Tenemos un protocolo de cómo se recibe la medicación, de cómo se dispensa, y en este caso puntual, es una que se da con vale triplicado; no todo el mundo lo puede hacer. No hubo ningún paciente en terapia intensiva, por lo que no tuvimos que utilizarla ni en los días previos ni en los posteriores”, indicó Brezigar.

El fentanilo es un potente fármaco opiáceo sintético aprobado para su uso como analgésico y anestésico. Según la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, es aproximadamente 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína. Fuera de su uso clínico, el fentanilo suele ser utilizado por personas con problemas de adicciones.

La asesora legal del Ministerio de Salud, Nora Ortiz, destacó que el hallazgo fue crucial para evitar graves daños a los recién nacidos internados. “Gracias a un control de rutina, se salvaron vidas o se evitó la posibilidad de gravísimos daños a bebés que estuvieran internados. Esto nos lleva a la implementación de un protocolo mucho más riguroso”, expresó Ortiz. Brezigar añadió que se han detectado dos bacterias en el líquido adulterado, cuyo origen aún es desconocido. “Si eso hubiera llegado a las venas de un recién nacido, que además son pacientes inmunocomprometidos, el desenlace hubiera sido fatal”, advirtió.

Por el momento, los detalles sobre las imágenes de cámaras, el turno en el que se descubrió la adulteración y otras especificidades están bajo investigación del Poder Judicial. La situación pone de relieve la necesidad de mejorar los protocolos y controles en las instituciones de salud para garantizar la seguridad de los pacientes.