Durante el “lunes negro” de la economía mundial, Argentina experimentó mínimas variaciones en sus mercados financieros, lo que Zudaire atribuye a la situación crítica preexistente en el país: “la economía de Argentina no puede caer más”.
El cimbronazo en los mercados internacionales fue provocado por la decisión del Banco de Japón de realizar la primera suba de tasas en 30 años, junto con señales de desaceleración económica en Estados Unidos que podrían llevar a una recesión. Zudaire explicó que la política monetaria japonesa había mantenido tasas de interés extremadamente bajas, lo que había incentivado la “bicicleta financiera”, un fenómeno donde los inversores especulativos tomaban préstamos a bajo costo para comprar acciones.
La reciente suba de tasas en Japón llevó a que estos inversores vendieran sus acciones para cubrir sus deudas, lo que generó una caída en las acciones de grandes empresas a nivel global. Sin embargo, Zudaire advirtió que el impacto a largo plazo en la economía argentina podría ser significativo, especialmente en lo que respecta al aumento de los costos de la deuda pública.
Zudaire también señaló que los inversores se han volcado al oro, cuyo precio ha aumentado, complicando aún más la situación financiera de Argentina, que tiene oro embargado en Inglaterra. El aumento en el precio del oro podría elevar el costo de recuperar esos activos, impactando negativamente en las finanzas del país.
Finalmente, Zudaire criticó la celebración del “superávit primario” por parte del gobierno de Javier Milei, advirtiendo que, si los intereses de la deuda aumentan, el superávit no será suficiente y el ajuste fiscal deberá profundizarse, ya sea a través de mayores impuestos o reducciones adicionales en el gasto público.