Renuncias y despidos en Todos Unidos: dos bajas significativas en el gabinete puntano
El gobierno de Claudio Poggi enfrenta nuevas bajas en su equipo de gestión. Pablo Zamora, quien se desempeñaba como director de la Zona Franca de Justo Daract, presentó su renuncia, mientras que Sergio Pansa, directivo de la Agrozal Sapem, fue abruptamente despedido. Ambas salidas generaron interrogantes y reavivaron la polémica dentro del espacio político de Todos Unidos, liderado por Adolfo Rodríguez Saá.
La estructura partidaria de Todos Unidos ha enfrentado diversas crisis durante el 2024, marcadas por salidas conflictivas de sus dirigentes. En un episodio anterior, Harold Bridger, exsecretario de Actividades Logísticas, fue desplazado junto a una treintena de referentes, lo que causó un verdadero terremoto político por acusaciones de manejo irregular de fondos.
El lugar de Bridger fue ocupado por Walter Vogt, un dirigente del Valle del Conlara y expiloto de rally. Sin embargo, los conflictos continuaron en otras áreas del gobierno.
En el Ministerio de Ciencia e Innovación, liderado por Alfonso Vergés, surgió un escándalo cuando Alicia Arrieta, exdiputada provincial, fue despedida en medio de denuncias de violencia de género. Este incidente provocó una nueva fractura dentro de Todos Unidos.
Pablo Zamora, militante del Partido de Acción Republicana (PAR), formalizó su renuncia el 23 de diciembre. A través de un posteo en sus redes sociales, destacó los logros de su gestión al frente de la Zona Franca de Justo Daract.
Entre los comentarios que recibió, uno llamó la atención. El abogado Ramón Ventura Fernández escribió:
“La renuncia del Dr. Zamora sin duda dificulta las acciones en pos del bien común. Su partida evidencia que, en el ámbito de Todos Unidos, las dimensiones humanas han perdido consistencia”.
Zamora se despidió en buenos términos, aunque dejó abiertas preguntas sobre los motivos detrás de su decisión.
A diferencia de Zamora, la salida de Sergio Pansa estuvo marcada por tensiones. El productor agropecuario y exintendente de Juan Jorba ocupaba un puesto clave en la Agrozal Sapem, una empresa dentro de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) en Villa Mercedes.
Según trascendió, Pansa tuvo fuertes desacuerdos con Walter Vogt, quien finalmente le pidió la renuncia. Pansa intentó resistirse, alegando que su puesto dependía del gobernador, pero fue despedido igualmente.
El portal Apuntes de San Luis reportó que el conflicto estaría relacionado con “inconsistencias en la administración del establecimiento Don Hugo”, un campo experimental utilizado para el programa Alfazal, destinado al cultivo de alfalfa como recurso productivo y de control ambiental.
El caso de Pansa revive viejas sospechas. Cuando Harold Bridger fue desplazado, se ordenó una auditoría por presuntas irregularidades administrativas. Sin embargo, el secretario de Ética Pública, Ricardo Bazla, nunca divulgó los resultados, dejando muchas preguntas sin responder.
Ahora, las acusaciones de diferencias en el manejo de fondos vuelven a estar en el centro del debate, alimentando la percepción de opacidad en un gobierno que afirma priorizar la transparencia.
Para evitar que estos incidentes sigan erosionando la confianza pública, sería crucial que el Ejecutivo provincial informe de manera clara las razones detrás de estas bajas y las medidas tomadas al respecto. La transparencia, lejos de ser un eslogan, debería ser una práctica efectiva en la gestión pública.