Para apuntalar el optimismo oficial, el ineludible Javier González Fraga, presidente del Banco Nación, explicó que "la familia de clase media que guarda dólares para ser propietaria está demorando la compra de un celular o un par de zapatillas" y, por su lado, el economista serio Martín Tetaz opinó que “cae el comercio en los shoppings y supermercados” pero “vuelan” las compras en Chile . Es decir que para comprar una casa, la gente empieza por dejar de comprar zapatillas y en vez de ir al Supermercado Día de Aldo Bonzi, elige el Costanera Center de Santiago de Chile. No cayó el consumo, sólo cambiaron los hábitos del consumidor. No parece difícil de entender.
Pese a los consejos del consultor Jaime Durán Barba de no hablar de economía durante la campaña, algunos candidatos oficialistas persisten en transitar con valentía ese camino incierto, como Gladyz González, quién explicó en el programa de Mirtha Legrand que le “cuesta creer que las familias argentinas no piensen en su futuro, en comprar una casita” en lugar de pensar en “la inmediatez del presente”. Es cierto, durante la larga noche kirchnerista, la gente se la gastaba en leche y zapatillas en lugar de comprarse una casa. Como explica el paradigma González Fraga, cuando ya no le alcanza para comprarle leche a sus hijos es cuando la gente puede sacar un crédito inmobiliario. Está estudiado por la Anthony Hopkins University.
En medio de la primavera de ideas zombie y delirios reaccionarios que nos aporta Cambiemos, la Mentalista Carrió explicó que "hay que discutir el costo laboral, un empleado le cuesta al empleador casi como si tuviera dos y eso es un empleo más que se podría generar". Para lograr la riqueza de Alemania, debemos empezar por tener los sueldos y las cargas de Burundi, cualquier economista serio lo sabe.
Lo notable es que si los inversores invirtieran en función de la carga tributaria y el costo laboral, Burundi debería recibir más inversión que Alemania. Tal vez esos inversores no escuchen a nuestros políticos o analistas serios.
En un notable ejemplo de periodismo Freddy Krueger, Laura Di Marco escribió en La Nación: “Cristina puede volver. La pesadilla no terminó. Si a Cambiemos le va mal, ella y su séquito retornarán con el cuchillo entre los dientes y una sed recargada de venganza. Castrarán cualquier sueño de cambio y el populismo se instalará por décadas.”. Y eso no sería lo más aterrador: al parecer, el kirchnerismo busca instalar una idea de miedo en la sociedad.
Según un censo realizado por el Gobierno porteño, la cantidad de personas en situación de calle aumentó un 23% por ciento respecto del año pasado. Según el paradigma FerIglesias, experto en globalización, eso significaría que hay 23% más de personas que dejaron de pagar un alquiler para ahorrar y comprar una casa. Otra noticia alentadora.
El ex ministro Esteban Bullrich y actual candidato a senador por Cambiemos, explicó que “la escuela debería prepararte para crear empleos, no para buscarlos” y aconsejó a los desocupados lanzarse en la fabricación de cerveza artesanal. Lo que prueba que este gobierno no tiene nada de noventista: en aquella época se aconsejaba a los nuevos desocupados que compraran un remis o abrieran una cancha de paddle. Que en los países más desarrollados el trabajo sea mayoritariamente asalariado y no cuentapropista, como señala Daniel Schteingart , no parece interesarle al ex ministro. Ocurre que queremos ser como los países más desarrollados, no aplicar sus políticas.
Margarita Stolbizer advirtió que el Congreso podría no permitir la asunción de Cristina Kirchner si resultara electa. Nuestra Pasionaria de la hotelería austral se adaptó bien a un presidente procesado, incluso lo elogió, pero no toleraría a una senadora en la misma situación. Es el famoso moralismo selectivo, también estudiado por la Anthony Hopkins University.
Por último, la gobernadora María Eugenia Vidal confesó que “la pelea contra las mafias se verá condicionada si no ganamos la elección”. Por nuestro lado, somos más optimistas, creemos que la pelea contra las mafias de los empleados, los pensionados, los jubilados y los becarios seguirá adelante, aún si Cambiemos pierde las elecciones.
Todo lo que quieran pero ya no le tenemos miedo al censista.