Argentina

25 de Mayo: la Patria cumple años en medio de la incertidumbre

Hoy se conmemora un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, pero el presente del país obliga a pensar más allá de las efemérides. ¿Qué significa celebrar la libertad cuando la mayoría lucha por sobrevivir?

El 25 de Mayo siempre fue una fecha emotiva para los argentinos. Es el día en que recordamos aquel grito de libertad de 1810, cuando un pueblo se animó a cambiar su destino y a construir una nueva nación. Pero este año, como en otras épocas difíciles, la celebración se tiñe de angustia, incertidumbre y desencanto.


Una patria con hambre, frío y miedo

En las calles de todo el país, muchas familias no piensan hoy en escarapelas ni en locro. Piensan en cómo llegar a fin de mes, en cómo pagar la luz, en cómo alimentar a sus hijos. La inflación devora salarios, los precios no paran de subir y cada vez hay más argentinos durmiendo en las veredas, pidiendo en los semáforos o comiendo una sola vez al día.

El frío del otoño se siente más crudo cuando hay gente que muere de hipotermia en la calle, como ocurrió recientemente en San Luis. Y la desesperanza crece cuando la salud y la educación pública comienzan a desmoronarse frente a la falta de inversión, de respuestas y de empatía.


¿Qué celebramos?

El 25 de Mayo es una fecha que invita a pensar en los valores que nos unieron como Nación: la libertad, la igualdad, la justicia, la soberanía. Pero esos ideales hoy parecen lejanos para millones de argentinos que ven cómo se vulneran sus derechos más básicos.

En vez de unidad, se respira enojo. En vez de esperanza, hay bronca. El Estado, que nació para proteger a su pueblo, parece muchas veces ajeno, desbordado o ausente.


Una revolución pendiente

Tal vez el mejor homenaje a aquella Revolución de Mayo sea mirar de frente la realidad y animarse a transformarla, como lo hicieron nuestros próceres hace 214 años. Porque la verdadera independencia no se logra solo con actos escolares ni discursos oficiales. Se logra cuando cada argentino puede vivir con dignidad, con trabajo, con educación, con salud, con oportunidades.

Hoy, más que nunca, la patria nos necesita despiertos, comprometidos y solidarios. No alcanza con recordar la historia: hay que volver a escribirla, con justicia social y memoria activa.


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