Nuevo rumbo en Seguridad: Monteoliva asume y promete continuidad
Este martes el presidente juró a Alejandra Monteoliva como nueva ministra de Seguridad Nacional, marcando el relevo formal en la cartera tras la salida de la hasta ahora titular. Con un acto protocolar en la Casa Rosada, se concretó el recambio al frente de una de las áreas clave del Gobierno.
Monteoliva, quien durante los últimos años ocupó un rol de alta responsabilidad en la estructura de seguridad nacional, asumió prometiendo mantener la línea de gestión que caracterizó su antecesora. En su discurso destacó que el rumbo no cambiará: apuesta por “orden, despliegue territorial y firmeza contra el delito”.
El traspaso de mando llegó en un momento turbulento, con la agenda de seguridad incluida en la preocupaciones principales del país. Desde su equipo anticipan que la continuidad de las políticas vigentes será central, con foco en control de fronteras, lucha contra el crimen organizado y mantenimiento del orden público.
El cambio va acompañado además por un reacomodamiento interno: se nombró a nuevas autoridades de confianza para ocupar cargos clave en la estructura de Seguridad, garantizando que el nuevo equipo responda de forma coordinada y mantenga la línea de gestión planteada.
Para muchos analistas, la asunción de Monteoliva representa un mensaje de estabilidad: el Gobierno apuesta a que la transición sea ordenada, sin sobresaltos, y con un objetivo claro de continuidad. Para los ciudadanos, la expectativa está puesta en que las promesas de seguridad se traduzcan en resultados concretos.
