Daniel Noboa es reelegido presidente de Ecuador en medio de tensiones políticas y desafíos de seguridad

El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha sido reelegido para un nuevo mandato de cuatro años tras imponerse en la segunda vuelta electoral celebrada el 13 de abril de 2025. Con el 56,13% de los votos, Noboa superó a la candidata correísta Luisa González, quien obtuvo el 43,87%, según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) con más del 90% del escrutinio completado .
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, declaró que la tendencia de los resultados es irreversible y felicitó al binomio de Acción Democrática Nacional, compuesto por Noboa y María José Pinto. La participación ciudadana alcanzó el 83,76%, superando la registrada en la primera vuelta electoral.
A pesar de la victoria, la jornada electoral no estuvo exenta de controversias. Luisa González rechazó los resultados, alegando un supuesto «grotesco fraude electoral» sin presentar pruebas concretas. La candidata correísta solicitó un recuento de votos, señalando inconsistencias entre las encuestas previas y los datos oficiales .
Noboa, de 37 años, asumirá su segundo mandato en un contexto marcado por una grave crisis de seguridad. Ecuador ha experimentado un aumento alarmante de la violencia, con más de 1.500 homicidios registrados en los primeros meses de 2025. El presidente ha declarado un estado de emergencia y ha desplegado fuerzas militares para combatir a las bandas criminales, buscando además apoyo internacional para enfrentar el narcotráfico.
En su discurso de victoria, Noboa expresó su compromiso de trabajar por un «nuevo Ecuador», destacando la necesidad de reformas estructurales en seguridad, economía y educación. El presidente también ha manifestado su intención de impulsar una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución de 2008.
La reelección de Noboa representa un respaldo a su gestión y a sus propuestas para enfrentar los desafíos que enfrenta el país. Sin embargo, las denuncias de fraude y la persistente crisis de seguridad plantean interrogantes sobre la estabilidad política y social en los próximos años.