San Luis

Docentes de nivel superior en San Luis: 213 días de lucha por una reparación salarial

Los Institutos de Formación Docente de San Luis capital, Villa Mercedes, Santa Rosa del Conlara y San Francisco del Monte de Oro unificaron su reclamo. Denuncian estar entre los peores pagos del país y exigen condiciones laborales dignas.

La educación superior pública en San Luis atraviesa una crisis profunda. A más de 200 días sin respuestas por parte del Gobierno provincial, los Institutos de Formación Docente de San Luis, Villa Mercedes, Santa Rosa del Conlara y San Francisco del Monte de Oro decidieron unificar su reclamo en una sola voz: reparación salarial urgente y condiciones de trabajo dignas para quienes forman a los futuros docentes de la provincia.

Con 213 días de espera sin soluciones concretas, la comunidad educativa denuncia que los docentes de nivel superior en San Luis perciben uno de los salarios más bajos del país, lo que agrava la desigualdad y pone en riesgo la calidad educativa en los profesorados. La situación se vuelve insostenible: salarios por debajo de la línea de pobreza, contratos precarios, falta de recursos y ausencia total de diálogo por parte del Ejecutivo provincial.

Nos sentimos invisibilizados. Nuestra tarea es estratégica para el futuro de la educación pública, pero el Gobierno parece no comprenderlo”, expresaron representantes docentes en una reciente asamblea interinstitucional. El reclamo no es nuevo, pero con el correr de los meses, el hartazgo crece y las medidas de fuerza comienzan a intensificarse.

Los institutos, que funcionan en distintas regiones de la provincia, cumplen un rol clave en la formación de maestras y profesores que luego se insertan en el sistema educativo. Sin embargo, advierten que trabajan en condiciones de precariedad estructural y salarial, lo cual compromete seriamente el proyecto educativo.

Exigimos lo básico: salario digno, estabilidad laboral y recursos para trabajar. No se puede sostener una educación de calidad si quienes la llevan adelante deben tener dos o tres empleos para llegar a fin de mes”, subrayaron desde el colectivo docente.

En un contexto económico cada vez más complejo, la indiferencia oficial agudiza el conflicto. “El silencio del Gobierno duele tanto como el destrato. 213 días sin respuestas son una muestra de desprecio hacia la educación pública y quienes la sostenemos con esfuerzo diario”, concluyen.

La comunidad educativa espera que este grito colectivo no caiga en saco roto. La reparación salarial ya no puede esperar.

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