La obra social le cortó el tratamiento contra el cáncer y su salud empeora: la Justicia ya falló a su favor
Víctor Saúl Gutiérrez tiene 62 años, es padre de cuatro hijos y está jubilado como personal civil de la Fuerza Aérea Argentina. Hace siete años fue diagnosticado con cáncer de piel y desde hace dos estaba en tratamiento con medicamentos que lograron frenar el avance de la enfermedad. Pero desde abril, la obra social IOSFA suspendió la entrega de la medicación que le salvaba la vida, a pesar de que la Justicia ordenó que se le restituyera de inmediato.
Gutiérrez, que vive con su familia en El Volcán y se atiende en el Centro Oncológico San Luis, necesita con urgencia dos medicamentos: Tanfinlar (Dabrafenib) y Mekinist (Trametinib). Gracias a esa combinación, la metástasis había comenzado a ceder y los médicos hablaban de una posible recuperación. Sin embargo, al dejar de recibirlos, su cuadro empeoró y la enfermedad pasó a etapa 4.
“Mi papá necesita un sistema de atención médica y la respuesta es el rechazo. El tratamiento cuesta millones de pesos y no podemos pagarlo por cuenta propia. Hicimos todos los reclamos, pero la única respuesta que nos dan es que los medicamentos están ‘en proceso de cotización’. Eso lo repiten hace semanas, sin soluciones”, denunció su hija, Iara Aquino.
Durante más de 40 años, Gutiérrez aportó a IOSFA, la obra social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Pero ahora, cuando más lo necesita, no obtiene respuestas concretas. Cansada de la indiferencia, su familia recurrió a la Justicia Federal. En junio, el juez Juan Carlos Nacul falló a su favor y ordenó a la obra social que cubra el 100% del tratamiento, incluyendo tres cajas mensuales de uno de los fármacos y 30 comprimidos del otro.
“Queremos que se respeten sus derechos como paciente, como afiliado y como trabajador que dedicó toda su vida al servicio del Estado. No estamos buscando escándalo, solo pedimos salud y dignidad para mi papá”, sostuvo Iara.
La familia teme que, si no se actúa de inmediato, el daño a la salud de Víctor sea irreversible. “Hace un año estaba en etapa 3 y había esperanza. Hoy está en etapa 4, y es totalmente dependiente de la medicación. Sin ella, la enfermedad avanza muy rápido”, concluyó su hija.
