Pipi Alí relativiza la ruptura interna del peronismo en Diputados

En medio de una conmoción política por la pérdida de bancas y la sangría interna del bloque peronista en la Cámara de Diputados, el diputado nacional por San Luis, Pipi Alí, salió públicamente a minimizar el impacto de la fractura. Para él, aún cuando algunos legisladores optaron por separarse, esas bajas no representan una amenaza definitiva para la fuerza.
Alí reconoció que hubo movimientos y declaraciones de disenso —salidas hacia otros bloques, cambio de alineamientos— pero afirmó que el bloque sigue «vivo», con voluntad de recomposición, y que los desprendimientos en provincias del norte no deben medirse como un derrumbe general del peronismo. En su discurso buscó transmitir calma: dijo que lo importante es el trabajo conjunto de quienes permanecen, más allá de quienes optaron por otro camino.
Esa postura coincide con la estrategia de quienes buscan contener el golpe: evitar que la crisis interna derive en una pérdida definitiva de poder y mantener cohesionadas a las provincias que aún adhieren. Alí se erige en voz moderadora: admite las fisuras, pero apuesta a que el bloque pueda redefinirse y mantener presencia significativa en el Congreso.
Para algunos analistas, ese discurso busca no sólo cubrir las divisiones, sino también dar una señal a representantes provinciales y al electorado: que el peronismo no está derrotado, que puede reconfigurarse y que la salida de algunos legisladores no significa la desaparición del proyecto. Otros, sin embargo, señalan que minimizar una fractura visible podría debilitar la confianza interna y externa, y que lo que se busca es ganar tiempo sobre una reconfiguración más profunda.
El momento en el que ocurre esta declaración es clave: el reordenamiento político que deja al bloque oficialista La Libertad Avanza (LLA) como primera minoría en Diputados pone en tensión la capacidad de negociación del peronismo. La forma en que responda —si logra reconducir internas o resignarse a un rol disminuido— definirá su posición futura, y la postura de Alí abre la pulseada por intentar evitar la implosión.



